Independientes por Laguna, Por Laguna de Duero, IU-Podemos y VOX, determinarán si la alcaldía pasará a manos del PP con Avelino Álvarez o bien al PSOE con Yolanda Lanza a la cabeza
Los comicios de este pasado domingo en Laguna de Duero han dejado una amalgama de posibilidades de cara a constituir el nuevo gobierno municipal de la localidad. Tanto PP como PSOE con seis concejales para cada uno, parecen ser los claros candidatos a adjudicarse el bastón de mando, no sin antes necesitar el apoyo de dos o más formaciones políticas.
Dentro de estas posibilidades, en el caso del PP, se abren varias opciones de cara a poder gobernar. La primera de ellas es un pacto a tres en el que la formación encabezada por Avelino Álvarez continúe con el pacto de gobierno de la pasada legislatura, flanqueado por Independientes por Laguna, al que le haría falta la suma de otra formación, que en este caso podría ser Por Laguna de Duero o bien VOX. Otra alternativa es que pudiera cogobernar con el IL y que VOX o Por Laguna de Duero se abstuvieran en la investidura – situación menos probable -, lo que obligaría al PP a llegar a acuerdos en cada pleno de la legislatura.
En el caso del PSOE, y con idéntico número de concejales que el PP, la suma con IU-Podemos les alcanzaría para llegar a los ocho concejales, siendo necesario un acuerdo a tres bandas. El IL, con quien ya cogobernaron los socialistas en 2015, podría también entrar en esta quiniela, lo que les daría la mayoría suficiente para gobernar.
Lo que deja claro los resultados de este pasado 28M es que Laguna de Duero vuelve a ser una de las “plazas” más complicadas de toda la provincia de Valladolid, donde la diversidad de votos y la variedad de partidos, obliga a que los pactos a tres sean más que necesarios para gobernar.