Reciente campeona de España en esta disciplina, la joven patinadora del Club Rolling Lemons siente la velocidad en sus pies en cada certamen, y espera batirse en los niveles más altos con “constancia y esfuerzo”.
Atraída por la curiosidad de un deporte novedoso, del que no había oído hablar pero que tenía algo que llamaba su atención, la lagunera Ángela Prada se puso a rodar en el mundo del patinaje en el año 2015, cuando entró a formarse en las clases impartidas en el polideportivo de Boecillo, y, solo un año más tarde se convirtió en una nueva integrante del Club Rolling Lemons, con el que lleva ya ocho años atesorando logros y experiencia en esta disciplina.
Según comenta, desde el principio estuvo interesada en el inline freestyle, ya que le sorprendía mucho «que se pudieran esquivar los conos mientras patinabas a gran velocidad», así pues, sin dudarlo, optó por especializarse en speed slalom, aunque también hizo sus pinitos en saltos. «Me encanta esta modalidad porque es totalmente impredecible, y en cuestión de nada puede cambiar el resultado final, viviendo siempre momentos de mucha adrenalina», explica.
De esta manera, Ángela practica cuatro días a la semana, una hora y media cada día, dedicando los lunes únicamente a entrenar el físico. Y aunque siempre con entrega y esforzándose «al máximo», admite que durante los meses escolares «hay veces que se hace muy duro compaginar las clases y los entrenamientos».
Pero eso no la detiene a la hora de darlo todo en la pista, y muestra de ello son los logros que ha ido cosechando durante su carrera como patinadora; el último de ellos en el Nacional celebrado en la localidad en la que entrena, Boecillo, donde consiguió proclamarse campeona junto a su equipo el pasado mes de junio. «Teníamos esperanzas conseguir el oro, pero el nivel era muy alto y tuvimos que luchar mucho para lograrlo», afirma. Un certamen en el que el año pasado ya alcanzó el bronce y que se suma a su racha en el top diez nacional e individual de speed slalom desde 2021. Además, también ha sido subcampeona en dos ocasiones a nivel regional, y una vez bronce.
Para Ángela el patinaje es solo un hobby, pero eso no quita para que uno de sus sueños sea llegar a competir a nivel internacional y batirse con patinadores más experimentados, así como alcanzar buenas marcas que le posibiliten seguir yendo a las competiciones. Y todo ello mientras continúa con sus estudios de bachillerato en la Escuela de Artes de Valladolid pensando en cuál va a ser su futuro.
Desde su experiencia, anima a sus compañeros patinadores a «ser constantes y no dejar de esforzarse en cada entrenamiento y competición», ya que, «aunque hay veces en las que tirar la toalla es tentador, las recompensas merecen la pena».
