PSOE e IU-Podemos critican que no se permitiese intervenir en la sesión plenaria a un grupo de vecinos de la plataforma ‘Del 7 al 11’, mientras que el gobierno local señala que el registro de la petición de intervención llegó solo media hora antes del pleno
El pleno ordinario de agosto terminó este martes con una disputa en la entrada del Ayuntamiento de Laguna de Duero, la cuál ha derivado en tensiones a nivel político en el municipio. Todo comenzó cuando un total de nueve vecinos de la plataforma ‘Del 7 al 11’ -defensores de mantener las fechas de las fiestas patronales entre estos días del mes- habían acudido a esta sesión plenaria con intención de intervenir para exponer sus reivindicaciones. Según estos, a este fin, habían llevado a cabo el registro de su intervención el pasado 21 de agosto.
Sin embargo, el ejecutivo local no les permitió realizar la intervención, dado que el alcalde, Avelino Álvarez, afirma que «el secretario municipal nos facilitó el registro de la petición tan solo media hora antes, y por ello no lo íbamos a incluir en este pleno». Según explica el primer edil, «es así como hemos actuado en otras ocasiones con asociaciones vecinales». «No vamos a hacer diferencias, aquí todo lo que se trata en el pleno se ve previamente en las comisiones, de modo que invitamos a estos vecinos a hablar en el pleno de septiembre sin ningún problema», expone Álvarez.
Tras negar la intervención a este grupo de vecinos, al terminar el pleno tuvo lugar una disputa, en la que hubo algunos momentos de tensión cuando algunas personas que asistían trataron de grabar con sus móviles, y en la que medió la Policía Municipal, sin que la situación diera lugar a mayores consecuencias.
Tras estos hechos, las reacciones políticas no se han hecho esperar por parte de la oposición: tanto el PSOE como IU-Podemos critican que «se negase la participación ciudadana en el pleno». En el caso del PSOE, consideran que «ha habido autoritarismo y falsedades». «Habían solicitado una intervención tras el pleno para mostrar su disconformidad con algunos aspectos de las fiestas. Dicha solicitud se había presentado cumpliendo lo recogido en el Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana», explican. Según señalan, «el desconocimiento del alcalde no exime del cumplimiento de la legislación vigente». «Se ha negado la libertad de expresión y se ha instalado la conflictividad y confrontación vecinal a pocos días de nuestras fiestas patronales», señalan los socialistas.
Por su parte, desde IU-Podemos denuncian estos hechos, considerando que «se impidió de forma autoritaria la participación vecinal, provocando así una situación de tensión que requirió la intervención de la Policía Municipal para garantizar la seguridad de los presentes». «Este episodio es una muestra intolerable de autoritarismo y desprecio por la democracia participativa. Los hechos transpasan una nueva línea roja, instalando la confrontación y la hostilidad a pocos días de nuestras fiestas». En este sentido, desde la formación piden «una rectificación pública por parte del alcalde y una disculpa formal por los malos modos y el comportamiento inaceptable».