29 de octubre de 2025
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«La educación podría mejorarse enfocando las clases y exámenes a comprender más y no a memorizar»

¿Quién vive aquí?

29 de octubre de 2025

Tras haber superado el instituto y la EBAU con matrícula, Jonathan Diogo de Castro, reconocido en los X Premios Cascajo, ha comenzado ya sus estudios en medicina, una nueva etapa que encara con “ilusión, concentración y buenas expectativas”.

El paso del instituto a la universidad siempre es un trámite difícil; un cambio que da un poco de vértigo por todo lo que implica, pues es la previa para llegar al mundo laboral dejando atrás la adolescencia, pero cuando has dedicado tu vida a trabajar para alcanzar este punto con buenos resultados, afrontas el desafío “con ganas y listo para lo que pueda venir”. Y ese es el caso de Jonathan Diogo de Castro, el lagunero que después de superar su etapa en la secundaria y el bachillerato con matrícula, y hacer lo propio en la prueba de acceso a la universidad, ha iniciado su nuevo camino como estudiante de medicina con el firme propósito de “adaptarme rápido al ritmo universitario y sacar la carrera con éxito”.

Sobre su último año en el instituto, el joven admite que la presión fue la tónica principal de ambos cursos de bachillerato. “Fueron bastante complejos y con mucho estrés, ya que la nota que sacara junto con la de la EBAU iba a determinar mi futuro académico y las posibilidades para optar a la carrera que quería”. Asimismo, apunta que estas dificultades tuvieron el plus de la modificación en el sistema de exámenes de la prueba de acceso, ya que “se cambió el estilo de examen y el temario, y los profesores no tenían claro cómo enfocar las clases y apenas había modelos sobre los que guiarnos para estudiar, pero al final lo conseguí superar con nota y estoy muy orgulloso”.

Sin embargo, sostiene que si hay algo que le llama la atención del modelo educativo en Castilla y León es que, a pesar de los buenos resultados que da, “está demasiado enfocado a la memorización de contenidos”. “Cuando llegas a bachiller o a la universidad te das cuenta de que vas a tener que estudiar una gran cantidad de temario, que los exámenes no serán de uno o dos temas y memorizar ya no va a servir de nada”, por ello, considera que para mejorar el sistema “se deberían enfocar las clases y los exámenes a comprender y entender las materias más y menos a memorizar y soltarlo todo en el examen”. Además, añade que, a su modo de ver, también sería conveniente buscar “una forma menos estresante de acceder a la universidad, pues no es justo que si tienes un mal día se eche por la borda el trabajo de varios años de preparación”.

Pero, a pesar de estos pensamientos, De Castro no solo aprobó el bachillerato con matrícula de honor, si no que en la EBAU también alcanzó la máxima calificación, unas notas que le valieron su entrada en la carrera de sus sueños, así como el reconocimiento de su pueblo, recibiendo el Premio Cascajo al Mejor Estudiante este verano, algo que, según comenta, fue “muy gratificante”. “Sentir que mi pueblo valora el trabajo y el esfuerzo que he hecho en este tiempo es algo de lo que estoy muy agradecido”, admite risueño.

De este modo, y tras un verano de descanso bien merecido, el pasado mes de septiembre se sumergió en la rama de las Ciencias de la Salud como estudiante del grado de Medicina, una carrera que “siempre me había llamado la atención”. “Me gusta entender cómo funciona nuestro cuerpo, por qué se dan las enfermedades y cómo poder curarlas; un objetivo que considero muy honorable para una profesión y sobre lo que estoy deseando aprender más”.

Confiesa que estas primeras semanas han sido “de mucho cambio”, pues asegura que “el ritmo de trabajo y las explicaciones son un poco agobiantes”, pero que si hay algo que lo ha inquietado y que, está seguro, también le ha pasado al resto de compañeros que empezaban este año, “es la incertidumbre de si vas a hacer nuevos amigos”. “Al final, llevas seis años con los mismos compañeros y el hecho de hacer un nuevo grupo asusta un poco y te preguntas ¿y si no hago amigos?, ¿y si pierdo el contacto con los de siempre?, pero al final comprendes que eso no va a pasar y que todo es cuestión de organizarse”.

Y en esa línea de organización, Jonathan ya tiene su planning para poder compaginar los estudios con sus hobbies en pádel y como compositor de música con la guitarra, vías de escape que, según asegura, “me ayudarán a sobrellevar la presión de los estudios y despejar la mente de alguna manera, como lo han hecho hasta ahora”. “La idea es sacar tiempo para aunar universidad y entretenimiento, y llegar a ser un gran médico cuando termine de estudiar”, concluye.