Con un total de 26 integrantes, los miembros de la peña ‘La Kaña’ disfrutan de cada momento que las fiestas de la Virgen del Villar les ofrece, pero sobre todo de las actividades deportivas y de las charangas.
Desde que las clases de segundo de la ESO unieron sus caminos, los miembros de la peña ‘La Kaña’ sabían que eso era el principio de una larga amistad, y prueba de ello son los más de veinte años que este grupo de amigos lleva unido y siendo una de las peñas que “más disfrutan de las patronales, de las actividades deportivas y de una buena charanga”.
Las salidas tras hacer los deberes, cuando su hoja de ruta pasaba por el quiosco Roma o Begoña, fueron el lugar donde surgió ese nombre tan característico. “Fue un poco casualidad, ya comenzábamos a tomar nuestras primeras cañas, y justo ese día alguno se estaba comiendo una caña de chocolate también, y de ahí se nos ocurrió el nombre”. Con cambios a nivel integrantes, ya que, según admiten, “la vida de todos ha ido cambiando”, en la actualidad cuentan con diecinueve adultos y su sección ‘La Kaña baby’, donde suman ocho miembros más. Eso sí, siempre con el color naranja como bandera.
A pesar de que actualmente no cuentan con un lugar físico donde “dar caña”, en el pasado sí que tuvieron un local en el que reunirse, y recuerdan con especial cariño las casetas en El Cascajo, ya que su tiempo allí les dio la oportunidad de “conocer a mucha gente y peñas con quienes hemos pasado momentos únicos”. Pero matizan que “aunque somos callejeros, siempre se nos puede ver en cualquier lugar en el que haya una actividad, un concierto o una charanga”.
De las patronales, estos laguneros apuntan que son unas fechas que “invitan a salir, a disfrutar de las diferentes actividades, y a encontrarte con gente que hace tiempo que no ves y ponerte al día”. Aunque si hay algo que les encanta es participar en todo lo que pueden, y que su presencia en los torneos deportivos es “legendaria”, en especial en la sogatira, donde ya tienen “la técnica perfeccionada”, pero también en barra castellana o tito. Como no tienen remolque, en el desfile de peñas tan solo se disfrazan, aunque lanzan un llamamiento para que “quien tenga a bien prestarnos el suyo, el año que viene nos tienen participando”. “Llevamos años con la idea en mente, pero solo nos faltan los medios”.
Por su parte, confiesan que les gustaría que se recuperase en estos días el teatro de calle “con más actuaciones u opciones”, las dobles sesiones de las orquestas o alternativas a los djs, pero aseguran que algo que les ha gustado mucho es el haber vuelto a hacer los pinchos en las peñas. Así, animan a sus vecinos a “disfrutar de las fiestas con las peñas, con amigos y con la familia”, y también a que “se empapen del buen ambiente de estos días”.