El acto se ha celebrado en la Plaza Mayor, donde se ha llevado a cabo este encuentro simbólico y se ha escuchado el manifiesto, que este año ha corrido a cargo del profesor de filosofía Iván Sambade Baquerín
Laguna de Duero ha vuelto a unir sus manos y a sus vecinos un año más para celebrar el Círculo de Hombres Contra la Violencia Machista, una cita que cada edición sirve como símbolo de su rechazo a los delitos de violencia de género.
Este evento tiene lugar de manera simultánea en los 55 municipios de la provincia integrantes en la Red de Municipios de Valladolid: Hombres por la Igualdad, y en Laguna ha congregado a algunos vecinos y autoridades municipales encabezadas por el alcalde Avelino Álvarez, a los que también se han unido mujeres, que a la hora señalada se han ubicado en el ágora y han entrelazado sus manos, guardando unos minutos de silencio.
Asimismo, se ha leído el manifiesto -común para toda la red- que, en esta ocasión, ha sido escrito por el profesor de filosofía Iván Sambade Baquerín. En el texto se ha animado a reflexionar sobre «qué es lo que lleva a un hombre a maltratar a su pareja». «¿Qué emociones experimenta en ese ejercicio? Si les preguntásemos a ellos solo obtendríamos excusas que no dan cuenta de su aterradora subjetividad».
«Los hombres que ejercen violencia de género han asumido un código de contravalores que designa a las mujeres como personas inferiores que deben servirles con su trabajo doméstico y de cuidado; un código sostenido históricamente por la sociedad patriarcal que siempre ha excluido a las mujeres», rezaba el escrito, que añadía que la violencia machista es «la manifestación más desnuda de esta forma de poder, la cual ha sido interiorizada por los hombres en su propia identidad, en su masculinidad, por ello cuando maltratan experimentan seguridad y poder, una faceta que esconden en público, ocultando su tirano interior».
Asimismo, continuaba apuntando que «la masculinidad machista es el resultado de una estructura social injusta, que se ha vuelto endémica para las sociedades democráticas» y aludiendo a las formas de transformar esa masculinidad a través del «cuidado y la equidad». Finalizaba el manifiesto pidiendo que los hombres «dejen de seguir siendo cómplices de esa masculinidad injusta»; «Compañeros, transformemos los espacios masculinizados en entornos de seguridad para nuestras iguales; despatriarcalicemos los espacios sociales! ¡Amigos! ¡Cultivemos la ética del cuidado en condiciones sociales equitativas! Está en juego la necesaria democratización de nuestro cuerpo social, es decir, la posibilidad de una vida digna de ser vivida».
Con estos actos se quiere conmemorar el 21 de octubre, Día Mundial de los Hombres contra la Violencia de Género y por la Igualdad, y se busca apoyar y dar fuerza a las iniciativas que se llevarán a cabo en torno al 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Fotografía: Santiago Bermejo.
