La lagunera Raquel López forma parte del movimiento ‘Mascarillas Solidarias’ y solicita a las empresas que faciliten la llegada de material para poder seguir cosiendo mascarillas de tela quirúrgica ante la demanda en supermercados o residencias
Dada la gravedad del momento y la escasez de material sanitario que existe, muchos ciudadanos han comenzado a organizarse para ayudar, en la medida de sus posibilidades, desde sus casas. Es el caso de la lagunera Raquel López, una de los miles de integrantes del grupo de Facebook ‘Mascarillas Solidarias’, el cual tiene, como objetivo, fomentar canales de colaboración para la elaboración y donación de estas prendas de protección.
“Empecé cosiendo mascarillas de manera particular porque tengo máquina de coser y soy aficionada, y es mi manera de colaborar”, apunta López, quien cree que “el encierro es más llevadero y esto ayuda a evadir la frustración”. Incluso su hijo, de siete años, ayuda a la hora de marcar y cortar el patrón “para tener una tarea por un rato y sentirse solidario”.
La lagunera se informó de cómo llevar a cabo esta tarea en numerosos tutoriales de Internet, hasta que se unió al grupo de ‘Mascarillas Solidarias’, donde se comparte toda la información necesaria para ello. “El problema es la necesidad de material”, apunta, señalando que “las empresas que disponen de tela quirúrgica no ponen fácil la compra al por menor” y que existen múltiples problemas al realizar pedidos. “Lo primordial es que el material llegue rápido, cuando lo necesitamos es ahora y no dentro de tres semanas”, apunta.
Los miembros de ‘Mascarillas Solidarias’ se muestran, incluso, dispuestos a costear ellos mismos los pedidos de material, además de aportar su trabajo altruistamente. El objetivo, poder dotar de mascarillas, aunque no sean homologadas, a los colectivos que se encuentran en la primera línea de combate contra el coronavirus Covid-19. “Por el momento he entregado mascarillas al personal de los supermercados de Valladolid, que son el colectivo que más está solicitándolas junto con los de las residencias de ancianos”, apunta López.
Mascarillas hechas con empapadores o telas de sábanas
A falta de materiales más profesionales, la lagunera utiliza empapadores o tela de sábanas viejas, cosiéndolas con doble capa y colocando entremedias un papel de horno, que hace la función del plástico impermeable. “En todo el proceso desinfectamos regularmente el material y la zona de cosido para mantener la higiene al máximo posible”, apunta. Sin embargo, cree que su trabajo podría ser más efectivo con materiales como tela de pellón, vellón, goma elástica o trapillo o tela antifluido, por lo que solicita a las empresas fabricantes de este tipo de tejidos que colabore facilitando la entrega del mismo.
“Incluso en algunos centros de salud u hospitales de algunos puntos de España se están usando mascarillas de este tipo, y se ha pedido que se entreguen las que se pueda”, señala López, quien insiste en que “aunque sean caseras, son mejor que no llevar nada, sobre todo para quienes no tienen con qué protegerse ante el virus”.
