Luis Tornadijo: “Trabajar en un club de fútbol con tanta repercusión nacional es muy exigente, pero también te hace crecer profesionalmente”

El lagunero lleva desde agosto como director de la cantera y jefe de ojeadores del primer equipo del Deportivo Saprissa en Costa Rica, convirtiendo su pasión en su profesión, algo que “nunca había pensado”

Lagunero de pura cepa y con el corazón siempre en su pueblo, Luis Tornadijo ha dejado hace unos meses las cómodas calles de la localidad vallisoletana para cruzar el océano y convertir la que siempre ha sido su pasión en su profesión. El joven se trasladó en agosto a Costa Rica, donde ejerce como director de la cantera y jefe de ojeadores del primer equipo del Deportivo Saprissa, una profesión que le llena de orgullo y que al mismo tiempo le exige mucho, puesto que, según asegura, el equipo «es como el Real Madrid de este país» y todo lo que hace tiene una gran repercusión a nivel nacional.

Graduado en Publicidad y Relaciones Públicas, y licenciado UEFA A, Tornadijo explica que su llegada a Costa Rica se debe a su relación con el actual gerente deportivo, Sergio Gila, quien trabajaba con él en el Real Valladolid y lo recomendó para el puesto en el Deportivo Saprissa. Así, el uno de agosto puso rumbo a esta nueva aventura por la que ha firmado para dos años.

Con una rutina muy planificada, en la que la jornada comienza a las seis y media de la mañana y finaliza a las siete de la tarde, Luis tiene que compaginar sus tareas de la cantera con las del primer equipo, algo que le mantiene «muy ocupado», pero que disfruta mucho. «Además de las reuniones y llamadas con distintos clubes y agencias, así como todo el tema de la planificación, durante el fin de semana vemos partidos en directo de cara a la captación de jugadores y al análisis de nuestros equipos», explica.

El lagunero afirma que el sentimiento de pertenencia de todo el país con el equipo «es enorme». «Prácticamente la mitad del país es seguidor, y varios medios de comunicación se centran en su día a día, con lo cual hay mucha presión de cara a las decisiones que tomo y los proyectos que estamos creando», una exigencia que, según admite, le hace crecer «tanto profesional como personalmente». «Es una suerte trabajar en un club con tanta historia y repercusión», señala.

Sin embargo, su sentido de pertenencia está en Laguna, y aunque sostiene que Costa Rica es un país acogedor en el que la adaptación es rápida y la gente es «muy agradable», no puede evitar echar de menos a los suyos, pero también otros aspectos de España, como las infraestructuras de carreteras. «No nos damos cuenta de la suerte que tenemos de poder cruzar el país por autovías y autopistas espectaculares, mientras que aquí es horrible y se pierde mucho tiempo». Además, la gastronomía también es algo que extraña, así como la cultura de tapas y, sobre todo, «la variedad, calidad y precio de la comida». «Literalmente, la gente aquí hace magia con el salario medio que tienen para poder comer, porque todo es muy caro», apunta.

Pero esto no frena sus ganas de aventura y «lo gratificante que es trabajar en otros contextos y conocer otras culturas». Eso sí, aunque está «muy cómodo» y se siente «afortunado» por estar donde está, Luis revela que ahora uno de sus sueños de futuro puede ser el llegar a trabajar en clubes ingleses o en la MLS de Estados Unidos, pues «son ligas que entienden muy bien la industria del fútbol y sería bonito vivir la experiencia allí».