Lorenzo Machado comenzó hace siete años a coleccionar construcciones de Lego, una compilación de edificios y figuras que ya asciende hasta las más de 100.000 piezas y que durante el mes de enero ha compartido con los vecinos de Laguna y alrededores.
Lagunero y coleccionista; amante de las construcciones y las manualidades, Lorenzo Machado se embarcó en la ‘legomanía’ como parte de su recuperación tras una mala racha de salud, una afición que no solo se convirtió en vía de escape a las preocupaciones, sino que hoy es una pasión que ya ocupa toda una habitación en su hogar y que va creciendo día a día. “Probé el deporte y no me terminaba de convencer, así que empecé a ayudar a mi hijo a construir los sets y vi que poner el foco en estas pequeñas edificaciones era más curativo que las horas de ejercicio, y desde entonces no he podido parar”, apunta.
Lorenzo recuerda que sus inicios fueron con los módulos de la temática ‘Ninja Go’, poniendo los cimientos a una pequeña ciudad como Tokio que se encontraba sobre el agua y que tenía nada más y nada menos que 4.000 piezas. Pero la llegada de la Lego Película abrió para él un nuevo objetivo: construir una ciudad como la que aparecía en el largometraje. Así, modular a modular -oscilando entre las 3.000 piezas hasta llegar incluso a las 6.000- este vecino fue creando su propia ciudad de colección donde el número de piezas hoy asciende hasta las más de 100.000.
Según explica, Lego saca cada año una construcción nueva que luego retira a los cinco años, y con cada estreno él ve una nueva adquisición para ampliar su urbe en miniatura. Es por eso que admite que esta “podría ser una colección eterna”, ya que “no creo que pueda decir nunca que mi colección está completa”, pero apunta que quizá ese momento llegue cuando la falta de espacio comience a ser un problema. Y es que el lagunero tiene toda una habitación dedicada al Lego, con una gran variedad de edificios, medios de transporte y pequeñas figuras que ocupan, no solo el suelo de la estancia, sino también las paredes.
Entre sus muchos inmuebles, Machado desvela que su favorito es ‘El gran plaza’, un edificio entero con una plaza en el medio que cuenta con callejón, cafetería, escuela de ballet y un gran número de habitaciones “todas ellas equipadas completamente”. Pues si hay algo que le gusta especialmente de la marca es cómo cuida los detalles. “Cada habitación tiene todo el mobiliario, desde la cocina con sartenes, vasos y hasta salero, pasando por un sistema solar en el estudio de un científico o tiendas con todo tipo de productos”. Además, con las piezas que le sobran, Lorenzo elabora construcciones originales, de tal forma que ya cuenta con un kebab y un supermercado de su propia invención.
Y esta gran pasión es la que ha querido compartir con los vecinos de Laguna y alrededores, prestando parte de su colección a la Casa de las Artes para exponerla durante el pasado mes de enero; una muestra que no solo tuvo una cálida acogida entre los más pequeños, sino que llamó la atención de muchos adultos e incluso de varios coleccionistas de Valladolid.
Así, durante unas semanas la sala de exposiciones de este centro se convirtió en una pequeña ciudad de Lego donde se podía encontrar una parte dedicada a sus inicios en la materia con ‘Ninja Go’, para después dar el salto una ciudad donde observar inmuebles como un banco, con su propio atraco con policía y prensa esperando a las puertas del mismo; parque de bombero, una estación de tren motorizada, una feria con su propia casa del terror y una montaña rusa mecanizada, así como piezas más cinéfilas como la casa de ‘Solo en casa’, incluidas las trampas y los ladrones, o escenas de Marvel con el Doctor Strange o Spiderman. Además, para que los niños disfrutasen y no lo vieran de pasada, les proponía el reto de encontrar diversas piezas de Disney escondidas entre todos los personajes.
Lorenzo comenta que exponer parte de su afición ha sido para él “muy gratificante”, “no solo por ver cómo disfrutaban tanto niños como mayores que venían a verlo, sino porque he podido redescubrir piezas que había olvidado que tenía y ver con otra perspectiva la colección, ya que en casa está todo más apiñado”.
Abierto a posibles propuestas para volver a mostrar su hobby al público, el lagunero apunta que por ahora quiere seguir ampliando su ciudad con algunas piezas a las que les tiene “muchas ganas”, a sabiendas de que, “aunque llegará”, de momento el punto y final a su colección “aún está muy lejos”. Mientras tanto, estas construcciones seguirán ofreciendo un buen recurso para garantizar el bienestar y la salud mental a través de la dedicación y el entretenimiento.