La lagunera, junto con tres amigos, ha movido cielo y tierra para llevar desde este pasado viernes el apoyo necesario a los vecinos de los pueblos más afectados por la DANA, una iniciativa que puso en marcha esta semana y «dada la magnitud estamos pensando en repetir, porque todo lo que se haga es poco»
Implicada desde el minuto uno con los afectados por la DANA, y con una ganas «inmensas» por hacer lo que estuviera en su mano por ayudar, Paula Sobradillo Muñoz ha movilizado a todo el pueblo para poder asistir a los damnificados por esta catástrofe. Tanto es así que en tan solo una semana ha conseguido llenar tres furgonetas que saldrán han salido este pasado viernes en dirección a Valencia para «ayudar en lo que podamos, ya no solo con productos, herramientas o medicamentos, sino también agachando el lomo y limpiando».
La joven explica que tras contactar con asociaciones como Cruz Roja y Cáritas para poder colaborar, estos le informaron de que no existían puntos de recogida en Valladolid. Así pues, a sabiendas de que una amiga iba a llevar medicamentos, le ayudó en esta tarea, pero no era suficiente, pues Paula todavía quería hacer más. «Tenía el gusanillo de seguir aportando, así que subí un vídeo a redes sociales en el que decía lo que quería hacer y pedía que me ayudasen a llevarlo a cabo, y la respuesta fue inmediata». Enseguida la bandeja de entrada de su perfil se llenó de mensajes de personas que querían aportar su granito de arena y a través de un amigo consiguió el transporte que le era necesario.
«Mediante la cesión de sus locales, Regma en Laguna y bar In Situ y Deportes Libertad de Valladolid, fuimos recibiendo toda clase de productos que solicitábamos, tantos que hasta he tenido que pedir en redes que no manden más porque no damos abasto», explica, aunque matiza que, quizá lo que más echa de menos entre esos materiales son herramientas como palas. Además, la gente no solo se ha quedado en lo material, sino que también han hecho donaciones monetarias a través de bizum para que los promotores de esta iniciativa sean quienes compren lo que estimen pertinente. «La gente no se fiaba mucho de enviar dinero a otros sitios y sabiendo que nosotros íbamos a ir han preferido que lo invirtamos comprando lo que sea imprescindible.» Añade que también, desde Gadis, les han regalado 300 euros para gastar en el supermercado y llevarlo a Valencia.
Rumbo al caos
Lo que Paula tiene claro es que no van a dejar la recogida en manos de centros logísticos ni en ONGs, sino que serán ellos mismos quienes se encarguen de repartirlo entre los vecinos.
«Aunque aún no tenemos claro el pueblo al que vamos estamos seguros de que será alguno de los pequeños, a los que no ha llegado mucha ayuda, y allí repartiremos tareas, ya que no solo vamos a ir a llevar lo recopilado, también vamos a limpiar y sobre todo a dar respuesta a las peticiones de vecinos que solicitan ayuda para sacar cosas de sus casas y limpiarlas».
De este modo, la lagunera, junto con sus amigos, se quedará en Valencia hasta el domingo, pero anuncia que dada la magnitud conseguida en tan solo tres días, «estamos pensando en volver a repetir la operación y seguir llevando y brindando todo el apoyo posible, porque lo que se haga es poco».