Se cumple medio siglo de la puesta en marcha de una fábrica que llevó al municipio a duplicar su población en una década, dando pie a la proyección del barrio de Torrelago
En pocos meses se cumplirá medio siglo de la puesta en marcha de la Factoría de Montaje 2 de FASA-Renault, una fábrica que se erigió en las inmediaciones de Laguna y que propició el crecimiento masivo de la localidad. Aunque la historia de Renault en Valladolid se remonta a 1951, no sería hasta 1972 cuando el gigante francés llamase a las puertas de Laguna con la inauguración de una nueva factoría que contó con la presencia, en su puesta de largo, del por entonces príncipe Juan Carlos.
Para ponernos en antecedentes, FASA se había implantado en Valladolid en 1951 gracias a la labor de Manuel Jiménez-Alfaro, que se embarcó en una gran aventura empresarial para la fabricación de automóviles de Renault en la capital del Pisuerga. Aquello suponía el nacimiento de la primera fábrica de automóviles en serie con capital privado en España, y causó cierto malestar al Instituto Nacional de Industria, al director general de la firma gala –que prefería erigir la fábrica en Alcobendas- y a SEAT, que trató de impugnar esta decisión. Pese a todos los palos en las ruedas, Jiménez-Alfaro lograba, en 1952, la licencia para ensamblar los automóviles de la firma del rombo. La elección de Valladolid respondía, entre otros factores, a la buena comunicación ferroviaria de la ciudad y a su potencial fuerza laboral –Valladolid contaba con cinco escuelas de Formación Profesional y atesoraba los importantes talleres de RENFE-.
Así, tras unos inicios difíciles, en las nuevas naves del paseo del Arco de Ladrillo comenzarían a ensamblarse, en 1953, los primeros 4/4 –hoy reconocidos como bien de Interés Cultural- a la sombra de la recién creada FASA. A partir de ellas se extendería la primera factoría de Montaje 1, con 100.000 metros cuadrados, en un enclave del que hoy en día apenas quedan vestigios. En agosto de este mismo año, los primeros once Renault 4 CV desfilaban hacia la Plaza Mayor. Poco a poco, el ritmo de producción fue creciendo, hasta superar en 1959 los 8.000 vehículos anuales.
Años más tarde, en 1965, se fusionaron FASA y SAEAR para crear FASA-Renault. En 1972 las necesidades de la empresa, que ya producía 450 vehículos diarios en Montaje 1, llevaron al estreno de la planta de Montaje 2, ubicada en las inmediaciones de Laguna. Estas instalaciones acogerían, además, un circuito de pruebas exclusivo.
En pleno proceso de modernización, en plena crisis económica del petróleo y en los últimos estertores del franquismo, el príncipe Juan Carlos acudía a inaugurar la factoría, junto a nuestro municipio. Lo hacía acompañado por el ministro de Industria, el embajador francés y el arzobispo de Valladolid. “Esta ampliación es el mejor instrumento para la batalla por la competencia que viviremos en los próximos años en Europa”, se señaló entonces. La nueva planta, que estaba considerada como la más mecanizada del viejo continente, se lanzó a la fabricación del Renault 8 alcanzando los 450 vehículos al día. Esto suponía innovaciones tecnológicas de alto nivel y una demostración palpable de la confianza depositada en el nuevo proyecto. Dos años después esta factoría produjo el R7 (único modelo concebido y fabricado en España en exclusiva).
La puesta en marcha de una factoría de estas características a escasos metros del término municipal favoreció el rápido crecimiento y desarrollo del mismo. En los años sucesivos, el auge productivo de FASA-Renault fomentó la llegada de numerosos trabajadores de toda la región. Laguna vio duplicada, en tan solo una década, su población: si en 1970 contaba con 3.428 vecinos, en 1981 ya llegó a los 6.289.
La rápida absorción de recién llegados precisó de una ampliación urbanística cuyo mejor ejemplo fue la construcción del barrio de Torrelago. En 1969 el Ayuntamiento ya había vendido los terrenos a una empresa privada, y un año después de la inauguración de la nueva factoría, en 1973, se empezaron a proyectar las obras de los edificios. Finalmente, su construcción tuvo lugar en 1977, con un total de 1.488 viviendas. En un inicio, se planteaba la construcción de hasta 6.000, en medio de unas previsiones sin límites ni cortapisas, aunque finalmente no llegaría a cumplirse este objetivo.
Tal y como recuerda el lagunero José Luis Jimeno, ex trabajador en FASA-Renault y presidente de la Asociación de Amigos de Renault, “por entonces Laguna ofrecía una mejor calidad-precio en cuanto a la vivienda, y casi se podía ir andando hasta la fábrica. Por ello llegó aquí a vivir tanta gente de fuera”. Jimeno fue un ejemplo de este boom: comenzó a trabajar en Montaje 2 en 1976, y en 1980 se convertía en vecino del municipio.
En el momento en que se inauguró la factoría Montaje 2, FASA-Renault se encontraba en pleno despegue. Su capital social era de 2.700 millones de pesetas, y su liderazgo era indudable a nivel estatal. El aumento productivo la convirtió en el motor económico e industrial de la provincia. En 1970, contaba con 10.596 empleados, una cifra que aumentó hasta los 15.000 en tan solo cinco años. Se decía que en esta época la fábrica dejaba los bares y las tiendas sin trabajadores, atrayendo a multitud de personas de toda la provincia. Por otro lado, al convertirse en la principal empleadora de mano de obra, la empresa se convirtió en el flanco más sensible de la creciente conflictividad laboral de la época. Así fueron las luces y las sombras de una empresa que llegaría a emplear a más de 20.000 personas y a producir 26 modelos distintos de vehículos hasta 2020, cuando fabricó su coche número 10.000.000.
En la imagen principal, la factoría de Montaje 2 en el año 1976. En la fotogalería, el entonces príncipe Juan Carlos en la inauguración de la planta, el 16 de noviembre de 1972; imagen aérea de las instalaciones e imagen del Renault 8, el primer modelo de vehículo que salió por la línea de producción de la mencionada factoría.