El municipio fue uno de los cuatro únicos puntos de España donde actuó el icono del Heavy Metal, y en los años sucesivos acogió a otras numerosas bandas de referencia
Han pasado 25 años pero los ‘heavys’ más nostálgicos siguen recordándolo como si fuera ayer. Corría el año 1998 y Laguna de Duero había sido elegido como uno de los únicos cuatro lugares de España donde Iron Maiden recalaría en su gira ‘Virtual XI World Tour’. La emoción por ver al principal icono del Heavy Metal a nivel internacional en la Plaza de Toros de su pueblo llevó a no pocos laguneros a querer ser partícipes de este hito histórico. La banda británica no llegaba sola, sino con teloneros de la talla de Helloween y Dirty Deeds, para deleite de miles de personas que ese sábado 23 de mayo invadieron el municipio con sus chupas de cuero, sus botas y sus camisetas negras.
Pese a que el concierto estuvo a punto de suspenderse por una intensa lluvia que arreció durante la jornada, finalmente los Maiden salieron al escenario del coso lagunero delante de su elaborada escenografía y frente una multitud que abarrotaba ruedo y graderío. Todos ellos habían pagado 2.500 pesetas por su entrada anticipada, o 3.000 por su acceso en taquilla. Tal y como recuerdan testigos de esta actuación, casi todo el público salió de la plaza con el pantalón teñido de marrón del barro que se había formado en el albero. Pero eso sí, tras darlo todo con temas icónicos como ‘Run to the hills’ o ‘Number of the Beast’. La muchedumbre llegó a desbordar la calle Miguel Hernández, donde el Bar Leño ofrecía uno de los escasos establecimientos de la localidad con el rock por bandera.
Puede decirse que el de Iron Maiden fue el concierto más destacable, en el municipio, del rock y el metal, estilos que a finales de los noventa y a principios de los 2000 mantenían una gran popularidad, paralelos al auge de la incipiente música techno. Un ejemplo fue el paso de la banda Extremoduro por la Plaza de Toros de la localidad, junto con el grupo Del Tonos, en junio de 1997, con una entrada que costó en su día 1.500 pesetas anticipada y 1.800 pesetas en taquilla.
La existencia de la Sala Move -que pese a estar orientada a la música electrónica ofrecía un espacio idóneo para conciertos con un aforo razonable- permitió que, además, muchas otras bandas de rock actuasen en el municipio durante estos años. Así, por el escenario de la Move o de la Factory -nombre que adquirió la sala a partir del año 2000- pasaron iconos del panorama nacional como Platero y Tú, en el año 2001, con un precio de entrada anticipada de 1.500 pesetas. También actuarían, el mismo año, Reincidentes, después de ver cancelado un concierto en la capital unas semanas antes. En la misma línea, La Polla Records o Segismundo Toxicómano aportaron el toque más punk, mientras que Soziedad Alkohólica celebró otro bolo en el mismo lugar en 2004.
También pasó por la sala en 2002 Marea, para presentar su disco ‘Besos de Perro’, regresando en 2007 a la Plaza de Toros, junto a los uruguayos ‘La Vela Puerca’, solo cinco años más tarde. En 2005, Boikot también presento en la Factory su disco ‘Tus problemas crecen’. En aquellos años, otra banda que alcanzaba su clímax era Dover, que a punto estuvo de actuar en la Plaza de Toros del municipio para presentar su disco ‘I was dead for 7 weeks in the city of Angels’, pero finalmente vio suspendida su actuación.
Por otro lado, el rock es un estilo que también ha sido referencia en los conciertos de las fiestas patronales impulsados por el Ayuntamiento en los últimos años. Así, directos de artistas como Loquillo, Rosendo, Revólver, Burning o La Fuga lograron llenar por completo la Avenida de la Laguna, creando mucho ambiente. Más recientemente, otras bandas como Mago de Öz han mantenido este espíritu en la Plaza de Toros. A su vez, desde la Asociación El Roce de tu Cuerpo – Lagunarock continúan sacando adelante cada año su festival, Laguna de Duerrock, con el objetivo de seguir poniendo en valor este estilo musical. El reto es seguir poniendo banda sonora a experiencias para que los conciertos sigan siendo los mejores recuerdos.