La celebración, marcada por el preparado del cerdo y actuaciones folclóricas, reunió a centenares de personas, que también pudieron disfrutar de las típicas jijas y vino en su decimoctava edición
Laguna de Duero volvió a engalanarse este sábado con sus trajes y bailes populares para disfrutar de una jornada de la matanza multitudinaria. Centenares de personas acudieron a la Plaza de los lavaderos para ver una vez más el chamuscado, limpieza y despiece del animal, un procedimiento tradicional en los hogares de antaño, en una jornada marcada por la buena climatología. Tras la muestra comenzaron los bailes populares de la mano del grupo invitado Danzas Lerema, procedentes de la localidad burgalesa de Lerma, seguidos del grupo local de danza La Ermita, encargándose de poner banda sonora a la fiesta. El momento final llegaría con la degustación de jijas y vino para todos los que acudieron al lugar, cerrando así una jornada para enmarcar.
Toñi Martín, presidenta de la Asociación Cultural La Ermita, señaló a Laguna al Día que la cita «cobra gran importancia a la hora de seguir promocionando el baile regional y los usos de la matanza, una tradición que queremos dar visibilidad y evitar que se pierda». Así, explicó que este año se han preparado un total de 60 kilos de jijas, y se han ofrecido además 15 litros de vino, de manera gratuita. «La venta de papeletas y el puesto de venta que tenemos nos permite financiar los gastos del evento», explicó Martín, quien avanzó que el próximo 10 de junio el grupo infantil devolverá la visita al municipio de Lerma, y dio importancia al hecho de mantener el grupo de danzas local.
La cita, una de las más importantes del año en Laguna, pretende rememorar y poner en valor las tradiciones de siglos pasados, darles su lugar, evitando que caigan en un letargo del que luego sea difícil rescatarlas. Desde la organización y todos los participantes agradecieron al municipio por su presencia y contribución a este tipo de eventos, manteniendo, a pesar de ser la localidad con más habitantes de Valladolid, la cohesión y el espíritu de un pueblo unido en torno a su historia y tradiciones.
Fotografías: Santiago Bermejo.