Tras empezar a competir con apenas seis años, el joven piloto lagunero se ha convertido en una de las mayores promesas del motociclismo nacional tras ganar el campeonato del mundo por equipos en la FIM MiniGP World Series
Pese a su temprana edad, Izan Rodríguez (Valladolid, 2010) ya es campeón del mundo y un joven experto de las carreras. Toda historia tiene un principio, y la afición de su familia por el motociclismo hizo que el lagunero se subiera en una moto artesanal de tres ruedas con solo cuatro años. Desde entonces, no ha dejado el casco ni el manillar. “Sin el apoyo de mis padres hubiera sido imposible competir”, subraya el piloto. “Tengo claro que sin las notas no hay moto, pero de momento no tengo ningún problema con las clases”, admite Izan sobre la compatibilidad de este deporte con sus estudios.
“Con seis años empecé a competir. Participé dos veces el campeonato de Castilla y León de mini motos en 2017 y 2018” recuerda el lagunero sobre sus inicios en los torneos amateur. Tras mostrar un futuro prometedor en Castilla y León, Izan probó suerte en PromoRACC, un campeonato de Cataluña donde “todas las motos son iguales y los motores están precintados”. El piloto de Laguna conquistó con su moto las tierras catalanas al vencer en categoría 110cc, y 160cc en 2019 y 2020.
Sus victorias consecutivas hicieron que este 2021 el equipo de ETG Racing de Girona fichará a Izan para competir a un mayor nivel con “motos de mayor potencia y en circuitos grandes”. Después de una quita posición en el campeonato de España de Moto4 (ESBK), Izan quedó subcampeón del FiM MiniGP Spain Series, una iniciativa de MotoGP que tiene como objetivo crear una competición equivalente para los jóvenes pilotos de todo el mundo. Este segundo puesto le valió una clasificación para la FIM MiniGP World Series.
Este campeonato del mundo se celebró en Valencia a principios de noviembre de 2021 y tuvo como protagonista a Izan Rodríguez. El lagunero ganó todas las carreras y se declaró campeón del mundo en su categoría siguiendo una estrategia clave: “Divertirse encima de la moto”.
Al contrario que en MotoGP, en esta categoría la victoria solo depende de la estrategia y habilidad del piloto, ya que todos compiten con el mismo equipo: la Ohvale GP-0 160. Aunque compitan sobre el asfalto a una velocidad de ciento diez kilómetros por hora, Izan afirma que en estas categorías existe una rivalidad sana: “Nos llevamos todos muy bien. Fuera de la pista jugamos juntos, aunque dentro somos todos rivales”.
La pregunta que más le hacen sus amigos es: “¿Qué se siente al ser campeón del mundo?”. Izan Rodríguez contesta con modestia y humildad: “Mucho orgullo de que todo el esfuerzo tenga su recompensa”. Y es que algunos de los mejores premios no son trofeos. Para el lagunero, otros triunfos han sido conocer a Marc Márquez, su referente en los circuitos; y la felicitación de la joven promesa de Moto GP, Fabio Quartararo, en la gala de la FIM.
El lagunero admite que en España “tiene todos los medios para competir: muchos circuitos, los mejores campeonatos y pilotos”. Su próximo destino será el campeonato de España de moto 4 (ESBK) en Jerez. Esta será una vuelta más en la carrera de Izán Rodriguez por llegar a su meta personal: “ser un piloto profesional de MotoGP”.