La XIX Jornada de la Matanza llenó de ambiente la pista cubierta del Polideportivo, donde se desplazó debido a la lluvia para llevar a cabo este homenaje a las costumbres de antaño, que contó con la ya consolidada degustación de jijas y vino
Las tradiciones de antaño y el cerdo se han dado cita este sábado en Laguna de Duero para celebrar la XIX Jornada de la Matanza, una fiesta que rinde homenaje a las prácticas más castizas de nuestro acervo y no deja que el olvido se las lleve. Este ritual, que ya se ha establecido en la localidad como uno de sus eventos marcados en el calendario, atrajo a una amplia multitud de visitantes que no se quisieron perder este ritual que antiguamente aprovisionaba a los hogares de carne para todo el invierno.
Debido a las malas previsiones meteorológicas, que obligó a trasladar la celebración desde la Plaza de los Lavaderos hasta la pista cubierta del Polideportivo Municipal, desde las doce de la mañana, vecinos y foráneos llenaron este entorno de risas, brindis y miradas atentas a las diferentes acciones que se llevaban a cabo a la hora de realizar la matanza. Debido al viento, el chamuscado del cerdo se realizó junto al Polideportivo, no sin dificultades, para después llevar a cabo el despiece del animal ante los presentes.
Y durante la realización de dichas labores, la multitud pudo disfrutar de diversas actuaciones folklóricas que, como en cada edición, ponen el toque de color con sus trajes folklóricos y le añaden ese carácter musical a la cita con los ritmos típicos castellanos. Así, actuó el grupo de danzas de la A.C. La Ermita -organizadores del encuentro- junto con el Grupo Coros y Danzas Villa de Leganés, de la Casa de Extremadura de este municipio madrileño. También se pudo contar con un pequeño mercado de productos artesanales, como en anteriores ocasiones.
Pero la guinda del pastel o, en este caso, del cerdo, la puso la tradicional degustación de jijas y vino, pues como se hacía antes en toda jornada matancera, hay que catar el producto para recuperar fuerzas tras el trabajo realizado. Así, se repartieron un total de 60 kilos de jijas y varios litros de vino, que pusieron el colofón a un evento marcado por el respeto y el homenaje a las prácticas de los siglos pasados, poniendo de relieve el espíritu por mantener vivas las tradiciones y la historia.
Como colaborador del encuentro estuvo el Ayuntamiento de Laguna de Duero, del que acudieron distintos representantes políticos, encabezados por el alcalde, Avelino Álvarez. Desde la organización, Teresa Canals, presidenta de la Asociación Cultural La Ermita, manifestó a Laguna al Día que «la lluvia y el viento ha impedido desarrollar la actividad igual que otros años, pero hemos conseguido mantener viva esta tradición, lo cuál es importante para mostrar lo que eran los usos de la matanza y disfrutar de nuestras raíces folclóricas».
Fotografías: Santiago Bermejo.