La iniciativa, pactada con los representantes del sector, supone la puesta en marcha de un bono-transporte para los profesionales con domicilio en los municipios de la provincia con menos de 20.000 habitantes.
El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, ha mantenido una reunión de trabajo con la presidenta de CEOE Valladolid, Ángela de Miguel, y los representantes del sector del transporte en la provincia con el objetivo de articular medidas de urgencia que ayuden a paliar el efecto que el brusco incremento de los precios de los carburantes está teniendo sobre un sector esencial en la economía.
En la reunión han participado también el vicepresidente primero de la Diputación, Víctor Alonso Monge, el secretario general de CEOE Valladolid, Félix Sanz. Junto a ellos, en representación de los transportistas, Benito Callejo, presidente de ASATRALVA, y Rafael Soto, vicepresidente de ASETRA. Y también ha participado Leopoldo Herrero, presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio.
Conrado Íscar ha mostrado la intención de la Diputación de Valladolid de articular, con la mayor urgencia posible, una línea de ayudas que lleguen directamente a los transportistas de la provincia de Valladolid y que permitan ayudar a paliar el efecto negativo que en el sector está suponiendo el incremento constante desde hace semanas del precio de los carburantes, agravado ahora por la invasión de Ucrania.
En la reunión se ha acordado la puesta en marcha de un bono-transporte al que podrán acceder los transportistas con domicilio fiscal y/o social en un municipio de menos de 20.000 habitantes de la provincia de Valladolid, que deberá acreditar a través del correspondiente epígrafe del Código CNAE. La gestión de la entrega de dichos bonos transporte correrá a cargo de CEOE Valladolid.
La Diputación destinará 210.000 euros procedentes de los remanentes de la liquidación del presupuesto de 2021 a financiar esta nueva línea de ayudas.