Raúl Enjuto compagina su trabajo como Team Manager en una agencia de marketing con distintos proyectos culturales. Enamorado de la cultura portuguesa, Lisboa es, para este lagunero, la ciudad “perfecta” al fusionar la innovación con la tradición.
El lagunero Raúl Enjuto decidió emprender nuevas experiencias, a través de un voluntariado, en Oporto. Enamorado de la cultura portuguesa, allí residió dos años, a los que se suman otros dos en la capital lusa. Licenciado en Comunicación Audiovisual y con experiencia en el campo de la cinematografía, actualmente trabaja en una agencia de marketing, al tiempo que participa en distintos proyectos creativos.
¿Qué te llevó a decidirte por vivir en Portugal?
Me encanta viajar y empaparme de todas las culturas y costumbres que puedo, lo considero una oportunidad para crecer a todos los niveles. Había vivido en Madrid o Bilbao, y cuando acabé mis estudios, y tras participar en distintos proyectos cinematográficos o en voluntariados, dí el primer paso que me ha llevado hasta aquí.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en Oporto?
Cuando visité por primera vez Portugal me enamoré del país, y me puse manos a la obra para poder vivir aquí. Decidí aprender portugués mientras participaba en proyectos del departamento de portugués durante cuatro años, hasta que un Servicio de Voluntariado Europeo me permitió colaborar con un proyecto de integración de personas con discapacidad a través del arte en un pueblo de Oporto. Fue, sin duda, una de las mayores experiencias que he vivido hasta ahora, y me ha convertido en quien soy.
¿En qué consiste tu trabajo actualmente?
Hace algo más de dos años una oportunidad de trabajo me trajo a Lisboa, de la mano de la Klüg Creative Agency. Empecé como Project Manager y ahora también soy Team Manager. Además de gestionar varias marcas a nivel de marketing digital, tanto en el mercado portugués como en el español, ayudo a las personas que integran la agencia en sus diferentes áreas de trabajo, aportando mi granito de arena para mejorarlo. Además, me estoy abriendo puertas en el área del new business.
Siempre has estado, además, vinculado a distintos proyectos culturales. ¿Sigues haciéndolo en Lisboa?
Me encanta estar siempre metido en alguna cosa, sea en el área que sea. De momento en Lisboa no he podido hacer gran cosa debido a la pandemia, pero recientemente me ha surgido una oportunidad gracias a una serie de traducciones de unos libros en las que se tocan muchos temas a nivel sociológico entre otras ciencias. A través de este trabajo espero llegar a grandes conclusiones.
¿Cómo es Portugal en el plano cultural?
Sin duda, España y Portugal han preferido, durante muchos años, darse la espalda antes que aprovechar su cercanía territorial y cultural para ir de la mano. Afortunadamente, esta situación ha cambiado, y cada vez existen más lazos ibéricos donde encontrar puntos de conexión y abrir nuevas oportunidades para ambos países.
Para quien llega a Portugal sin pretensiones de convertirla en una Comunidad Autónoma más de España, se encontrará con un pueblo acogedor y cercano, con una cultura con características más propias del norte de Europa que del sur, aunque manteniendo esa esencia y calor que nos caracteriza. Portugal está acostumbrada a observar lo que ocurre fuera, defendiendo sus tradiciones, pero adaptándose y evolucionando con otras corrientes ajenas. Nadie aquí va a sentirse extranjero, ni factores como el idioma son aquí una barrera. Esa es la gran ventaja cultural de este país, la voluntad de sumar y crecer antes que quedarse estancado sin dar nuevas oportunidades.
¿Qué ventajas encuentras viviendo en Lisboa?
Es una ciudad muy cosmopolita, con personas de todo el mundo totalmente integradas. No es ni la típica ciudad portuguesa ni la típica capital europea, es más bien una fusión de ambos conceptos. Aquí puedes encontrar una efervescente actividad económica y empresarial al mismo tiempo que convives con sus tradiciones. Esa mezcla de innovación con aires eclécticos y decadentes son las que la convierten en una ciudad perfecta para vivir, además de tener la playa al lado. La mayor desventaja que encuentro con respecto a Oporto es la distancia con Laguna, que no me permite ir tanto como me gustaría.
¿Qué es lo que más echas en falta de Laguna?
La familia y los amigos, los cocidos, el salir de cañas ¡y a mi gatita! Una de las mejores costumbres españolas que intento inculcar a mis amigos de Lisboa es salir a tomar algo después de trabajar o durante la tarde, ya que normalmente al final del día cada uno sigue su camino. Vamos poco a poco…
¿Qué proyectos te planteas en tu futuro?
Suelo dejar que las cosas vayan surgiendo y llegando a cada momento. Algo que me encantaría hacer es un doctorado y puede que algún día vea la oportunidad. Si el destino lo quisiese, desde luego que no descartaría salir de Lisboa para irme a otra ciudad o incluso regresar a España.
