El aislamiento en grupos estables de convivencia y la colaboración de las familias son algunos factores clave para las direcciones de los centros ‘Colorines’ y ‘Pinto Pinto’.
Meses después de la reapertura de sus instalaciones, las Escuelas Municipales Infantiles de Laguna de Duero, ‘Colorines’ y ‘Pinto Pinto’, subrayan la importancia del respeto a sus protocolos, así como la colaboración de las familias, como principales baluartes a la hora de contener al Covid-19. Tras una ligera caída en sus matriculaciones, desde ambos centros se insiste en transmitir la tranquilidad y profesionalidad para seguir garantizando un servicio que “aporta multitud de beneficios a los niños y niñas de 0 a 3 años”.
En el caso de ‘Colorines’ -gestionado por la empresa Koala Soluciones Educativas- su normativa sanitaria toma como referencia la Guía publicada por la Consejería de Educación, reforzando las recomendaciones “para garantizar la máxima seguridad a los alumnos”. Avalados por la inspección educativa, y con test previos a todo el personal antes de su apertura, el centro asume medidas como la “desinfección periódica y la limpieza exhaustiva” de todas las instalaciones y el material o la delimitación de espacios entre los distintos grupos estables de convivencia. La adaptabilidad a nuevas circunstancias es una de las máximas de unas medidas enfocadas “desde el conocimiento y la experiencia”.
En cuanto a ‘Colorines’, recientemente han contado con un caso positivo entre sus pequeños, lo cual les ha obligado al cierre de un aula por unos días, hasta que el resto de niños y niñas del grupo burbuja, así como las educadoras que estuvieron en contacto con el positivo, dieron negativo en las correspondientes pruebas PCR. “Nada más detectamos los primeros síntomas actuamos conforme a los protocolos, aislando al alumno y trabajando conjuntamente con el Centro de Salud para gestionar la situación de manera rápida y eficaz”, apuntan desde el centro, donde señalan que “no estamos libres de que nos pueda afectar el virus, pero la experiencia nos demuestra que cumpliendo estrictamente el protocolo podemos minimizar riesgos y disfrutar de la escuela con garantías para la salud”.
En el caso de la Escuela ‘Pinto Pinto’, no ha habido que lamentar ningún positivo, e indican que en el momento en que se observan síntomas compatibles con el Covid-19 como la fiebre alta -tan común en estas edades- se retira a los alumnos del aula burbuja, llevándolo a un aula de aislamiento e informando a su familia para que proceda a su recogida. A partir de entonces son las administraciones competentes las que, informadas, toman decisiones en caso de que se trate de un caso positivo.
En ‘Pinto Pinto’ -gestionado por la misma empresa-, el protocolo es, por ende, igual de exhaustivo en cuanto a medidas de prevención e higiene, con una adaptación constante a sus espacios y horarios. También en este centro se han duplicado las horas dedicadas a la limpieza y desinfección, llevándose a cabo hasta tres veces al día en cada zona, superficie o material.
Colaboración de las familias
Desde ambos centros se pone de manifiesto la importancia de la colaboración de las familias a la hora de cumplir con la nueva normativa. “Todos estamos luchando por lo mismo, que nuestros alumnos y alumnas disfruten de todos los beneficios de la escolarización en el primer ciclo de educación infantil con seguridad”, apuntan desde ‘Colorines’, desde donde agradecen la colaboración de todos los padres y madres. “En general, las familias están tranquilas, observando y comprobando que se están llevando a cabo todas las medidas marcadas”, confirman desde ‘Pinto Pinto’, donde agregan que incluso “colaboran en la puesta en práctica de las medidas, con responsabilidad y una muy buena aceptación”.
‘Nativos’ de la nueva normalidad
Por otro lado, los niños y niñas han pasado por un período de adaptación con total normalidad. “Curiosamente algunos de ellos es lo que han conocido desde el momento de su nacimiento, y vernos con EPIs no es extraño para ellos”, afirman desde ‘Colorines’. En niveles más avanzados, entre los dos y tres años, “es destacable cómo han adquirido las rutinas a las que nos ha llevado esta pandemia. Algunos tosen con el codo flexionado, se limpian sus zapatos al entrar y esperan pacientes a que les tomemos la temperatura. Una vez más, los niños nos están dando una lección a los adultos”, señalan desde la dirección del centro.
Similar impresión transmiten desde ‘Pinto Pinto’, donde destacan la “gran capacidad de los niños y niñas de adaptarse y comportarse ante nuevas situaciones. “Han aprendido la nueva rutina con una sonrisa y con una canción que ya les resulta familiar. Podríamos decir que ya han aceptado cada una de las nuevas rutinas que hemos introducido derivadas de esta normativa”, concluyen.