12 de diciembre de 2025
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Alberto Infante presenta ‘Tras el muro de los sueños’, un viaje a través de los rincones de la memoria y las emociones

Cultura

10 de diciembre de 2025

El autor lagunero dará a conocer su primera obra el próximo 18 de diciembre, acompañado por el poeta David Fraile, en el salón de plenos del Ayuntamiento, donde abrirá las páginas de esta publicación que ahonda en los recuerdos y espera evocar nostalgia en sus lectores

El Certamen de Cuento Corto organizado por el Ayuntamiento de Laguna de Duero en 2015 devolvió la pasión por la escritura al lagunero Alberto Infante, quien en su juventud había abandonado la escritura para dedicarse únicamente a la lectura, pero desde que ese amor por la unión de letras que dan forma a historias volviera a florecer dentro de él, la pluma de este autor no ha parado de dibujar el relato en torno a ‘Tras el muro de los sueños’, un libro que el próximo 18 de diciembre verá la luz como la primera novela de Infante, y como broche a este círculo y a la inspiración que fue para él aquél certamen de hace diez años, la presentación se hará en el salón de plenos del Consistorio a las 19:00 horas, para que sea Laguna y sus vecinos los primeros en conocer este libro.

Así, Infante explica que la novela comenzó como un relato corto de 25 páginas, escrito a modo de entretenimiento, pero que al terminarlo, algo en él le dijo que aquellos breves folios podrían «dar más de sí, y haber un fondo escondido», y, ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra «sin prisas, disfrutando del proceso, y siendo consciente de que este era un reto apasionante».

‘Tras el muro de los sueños’ habla -en primera persona con la voz de la protagonista- de una mujer viuda de mediana edad que una mañana de verano se dispone a dar un paseo por el muro de San Lorenzo de Gijón. Lo que parece ser un recorrido casual termina convirtiéndose en un viaje a través de sus recuerdos más profundos. Mientras camina, va enfrentándose no solo a ese muro físico, sino también a los muros emocionales con los que se ha encontrado a lo largo de su vida. Este paseo está lleno de conversaciones internas con Julián, su marido fallecido, quien sigue presente en sus pensamientos. En ese diálogo constante, acompañan los recuerdos de las personas que marcaron su vida y la de ambos.

Su autor comenta que el proceso creativo a lo largo de estas páginas ha sido «una auténtica metamorfosis», ya que durante la formulación de la novela final, el texto ha pasado por distintas etapas, desde la ampliación de escenas y personajes «para dar más profundidad a la historia», pasando por la fase de investigación y búsqueda, donde Infante tuvo que trasladarse a «lugares y épocas en las que nunca había estado, incluso anteriores a mi nacimiento, lo que me obligó a documentarme y recrear ambientes con detalle», así como la escucha de historias y anécdotas, la evolución de su estilo y la revisión constante de cada capítulo. «En conjunto ha sido un camino de imaginación, investigación, escucha, aprendizaje y esfuerzo, que me ha permitido transformar una idea inicial en una novela completa», afirma.

Y es que este proceso ha llevado al escritor un total de cinco años en los que en todo momento él tuvo claro que «fuese como fuese, cuando terminase el libro me las apañaría para que viera la luz en la calle». Un logro del que está «muy orgulloso», pues, según admite, «en un tiempo en el que es tan fácil recurrir a la autoedición, que alguien externo se fije en tu historia y apueste por ella es algo muy especial».

Sobre su estilo literario y su forma de contar la historia en estas páginas, mantiene que es «intimista y costumbrista» y que intenta crear una voz cercana. «Escribo en primera persona, recurriendo en ocasiones al monólogo interior y a los recuerdos, para que el lector se sienta dentro de la vida del protagonista», y todo ello maridado con un lenguaje sencillo y cercano que permite que «las emociones, los viajes temporales y las escenas cotidianas se vivan con naturalidad y profundidad y que sean fáciles de comprender por el lector».

En cuanto a los personajes que llevan el hilo de las páginas, Alberto Infante sostiene que hay tres tipos; los protagonistas, los secundarios y los adornadores de escenas, y todos ellos según asegura «son una extensión de mí mismo». «En la vida real nos rodeamos de personas que llegan de manera inevitable y otras aparecen aleatoriamente según las circunstancias que vivimos, y en la novela, cada uno de los personajes refleja un aspecto de la experiencia humana, de modo que juntos construyen un mundo que resulte creíble y cercano para el lector».

Y hablando de los lectores, el lagunero manifiesta que cuando recorran las páginas de ‘Tras el muro de los sueños’ van a «transportarse a algún rincón de su propia memoria». «Mi intención es despertar en ellos la sensación de viajar a épocas y lugares que, de algún modo, guardan relación con su vida. Confío en que ciertos pasajes evoquen recuerdos y emociones, y que encuentren en algún personaje o escena un espejo que los conduzca a un estado de nostalgia».

Ante todo, su meta es que quien lea la novela «al cerrar el libro lo hagan con la satisfacción de haber vivido un viaje íntimo y agradable», en especial si es un vecino de Laguna -pueblo que también aparece en el libro- y por ello está deseando presentar a sus vecinos su primera publicación para que ellos sean los primeros en darle su opinión.

Sobre el futuro, adelanta que una vez que ‘Tras el muro de los sueños’ esté en las librerías, tiene previsto sumergirse en un nuevo proyecto con una recopilación de relatos que ya tiene escritos -de los que algunos están premiados- y que son de corte surrealista. «Hay alguno que ya sobrepasa el límite del relato corto para convertirse en novela corta, y aunque la idea es mantenerlos así, ¿quién sabe?, puede que pase como con esta y termine convirtiéndose en una narración extensa, pero eso ya se verá».