La cuantía se sumará a las aportaciones de la Diputación a través de los Planes Provinciales del bienio anterior y del Plan V para costear unas obras de 1.113.931 euros, que permitirán la construcción de los nuevos vestuarios y el nuevo bar del complejo deportivo
El pleno extraordinario celebrado el pasado 18 de enero en el Ayuntamiento de Boecillo sirvió para aprobar la aportación municipal de 796.432,47 euros que irá destinada a la ejecución de las dos primeras fases del proyecto de la Ciudad Deportiva. Esta cuantía se sumará a las aportaciones de la Diputación de Valladolid –correspondiente a los Planes Provinciales del anterior bienio 2020-2021 (202.895 euros) y al Plan V (114.604 euros)- permitiendo ejecutar unas obras de 1.113.931 euros, las cuales permitirán la construcción de los nuevos vestuarios y el nuevo bar del complejo deportivo.
El acuerdo, que obtuvo el voto favorable del PP, la abstención de Ciudadanos y Vox y el voto el contra de PSOE e IU, proponía la aprobación de la aportación municipal para estas dos primeras fases –de las cuatro que comprenderá el proyecto completo- así como el levantamiento del reparo interpuesto por la intervención municipal. Esta, en su momento, consideró que el Consistorio no disponía de crédito necesario para afrontar dichas actuaciones, las cuales serán acometidas por la UTE ‘Por la escuadra’, formada por los arquitectos ganadores del Concurso de Ideas organizado por el Consistorio para este proyecto.
Por el momento, ya están contratadas la dirección de obra y la coordinación de Seguridad y Salud de cada una de estas dos fases, cuya contratación depende de la Diputación de Valladolid. Tras el plazo de exposición pública pertinente, corresponderá a la institución provincial llevar a cabo las gestiones oportunas para poner en marcha las obras, las cuales “esperan y desean”, desde el gobierno local, que puedan arrancar en el verano de este año. En concreto, gran parte de esta aportación municipal -760.627,48 euros- se destinará a asumir el ‘exceso’ en el presupuesto inicial, que debido “a la complejidad de las actuaciones” se vio incrementado notablemente desde el inicio del proyecto, cuando se planteó un primer presupuesto de cara a un primer Concurso de Ideas. “Entendemos que es un presupuesto importante y de gran impacto, pero estamos hablando de una obra a largo plazo que podrán disfrutar muchas generaciones de boecillanos, un proyecto bonito que por desgracia se ha complicado en su desarrollo”, apuntaba el alcalde, Raúl Gómez.
“Ojalá las actuaciones se hubieran podido acometer por el presupuesto inicial, pero después de varios contratiempos ahora podemos enviar al fin el proyecto conjunto a contratar por parte de la Diputación. Tenemos capacidad de endeudamiento y la idea es hacerlo a varios años, y para fundamentar el proyecto hemos contado con las inquietudes y necesidades del tejido deportivo del municipio”, aclaró el primer edil. Tal y como se ha señalado, por el momento el presupuesto municipal de 2022 no incluirá ninguna cuantía destinada a este proyecto, siendo en sucesivos ejercicios cuando se decidan las partidas anuales dedicadas a costearlo “en función del coste exacto final del mismo”.
Tal y como se había avanzado, el nuevo espacio ofrece una solución “polivalente y multifuncional” a las actuales instalaciones, obsoletas e insuficientes para la comunidad deportiva del municipio. El anteproyecto ganador propone, de esta forma, un espacio creado a través de un característico juego de puertas. La intención, crear un espacio que perdure en el tiempo. Este llevará el nombre de ‘Las Viñas’, en referencia al primitivo campo de fútbol de la localidad, con un campo llamado Fernando Calero, en honor al único futbolista boecillano que ha logrado jugar en primera división.
Desde Ciudadanos se señaló que “este era un proyecto de todos los grupos y nos hubiera gustado seguirlo de cerca”. “Económicamente sus cuantías han ido incrementándose hasta llegar a cantidades importantes”, apostillaron. Aunque lamentaron “el desamparo legal que ha sufrido el alcalde en todo momento durante la tramitación del mismo” y se consideró que “el incremento del coste del proyecto, una vez analizado, no es descabellado”, el grupo municipal optó por la abstención.
Por su parte, el grupo socialista se mostró muy crítico con la gestión del proyecto, responsabilizando al gobierno local de “asumir excesos presupuestarios ahora cuando en los pliegos ya se preveían sobrecostes por demolición o urbanización”. “¿Qué otros excesos nos encontraremos en las fases tres y cuatro?”, se preguntaba su portavoz, Elena Mangas. Los socialistas también se mostraron en contra de levantar el reparo de intervención, criticando que “se ha usado un Concurso de Ideas para hacer lo que se ha querido” y que “no se ha contado con el resto de grupos en todo este proceso”.
Desde IU-BTLP se valoró positivamente el objetivo del proyecto, tildándolo de “ambicioso e interesante”, si bien se optó por el voto el contra al considerar la cuantía destinada “exagerada” y apuntar a la posibilidad de la existencia de “infracciones administrativas” aludiendo a un reparo emitido –y posteriormente levantado- por parte de la secretaría municipal. También desde Vox se señaló que el proyecto “pone en valor la zona y es una magnífica idea”, si bien su portavoz, Laura Primo, expuso sus “dudas a raíz de los informes realizados desde intervención y secretaría”, optando por la abstención.