La economía española está en pleno auge. El sector empresarial nacional contrata más gente y factura más que en los últimos cinco años. En este artículo vamos a desgranar algunos datos clave que evidencian la buena salud que presenta la economía española en 2024 y sobre las expectativas futuras.
Mientras que gigantes como Estados Unidos tienen al Nasdaq 100 como el sector que lidera su industria, España cuenta con sectores clave, turismo, construcción y fabricación de maquinaria, que han situado al país en una posición privilegiada pese a que el resto de Europa afronta una ligera crisis.
PIB: demanda interna y externa
El Producto Interno Bruto (PIB) ha superado todas las expectativas con un crecimiento intertrimestral del 0,7% y un avance interanual del 2,4% en el primer trimestre de 2024. La mayoría de expertos esperaban una expansión del 0,3%, mientras que el consenso del mercado ha superado este registro, por lo que estas previsiones se han quedado cortas ante la inesperada fortaleza de la economía española. Sigue así la línea del año anterior, cuando el país creció un 0,6% intertrimestral en el último trimestre, de manera que se superaron todas las expectativas del mercado.
De este dato, la demanda interna contribuyó con 0,2 puntos al crecimiento intertrimestral del PIB. Por otro lado, la demanda externa aportó 0,5 puntos, una auténtica sorpresa en medio de la desaceleración de la economía europea. Desglosando los componentes de la demanda, el gasto en consumo final de los hogares aumentó un 0,3%, mientras que el de las Administraciones Públicas se redujo un 1%. En cuanto a la formación bruta de capital, esta registró una variación del 1,3%. Este último dato es especialmente relevante, ya que la formación bruta de capital, que equivale a la inversión, es crucial para el crecimiento futuro de la economía.
Sectores clave
La inversión es esencial para la prosperidad y el crecimiento a largo plazo de una economía. En el caso de España, aunque la construcción ha vuelto a ser un motor de este componente (lo cual no es del todo positivo porque la vivienda no es un bien exportable), otros componentes clave, como la maquinaria y los bienes de equipo, junto a otros sectores han contribuido con un crecimiento que se acerca al cuatro por ciento. En este punto también ha sido importante el papel del turismo. En 2023, España recibió más de 85 millones de turistas, lo que le sitúa como el segundo país del mundo más visitado. Las previsiones, de cara a años posteriores, son halagüeñas y se espera un crecimiento del público internacional que decide pasar una estancia en suelo español.
Todos estos motores de crecimiento están funcionando simultáneamente y generando importantes sinergias en una economía que ha sorprendido a los expertos por su fortaleza. Cuando parecía que la actividad iba a desacelerarse, ha ocurrido lo contrario. La economía ha acelerado, mostrando el mejor crecimiento trimestral desde finales de 2022.
Un oasis en el desierto europeo
La economía de España se ha convertido en uno de los impulsores del crecimiento de la zona euro, que se mantuvo apenas positivo con un 0,4%. La solidez del consumo y la resistencia del sector exterior han generado una situación inédita en años: España está creciendo a un ritmo mucho más rápido que el resto de países de la Eurozona y se espera que continúe esta tendencia durante 2024 y posiblemente también en 2025.
Comparación con Francia
Una comparación pertinente se puede hacer con Francia. Aunque la economía francesa ha resistido mejor de lo esperado, sigue creciendo a un ritmo inferior al de España: en el primer trimestre de 2024 creció un 0,2%, principalmente gracias al consumo y, en menor medida, a la inversión. El consumo de los particulares en Francia aumentó un 0,4% entre enero y marzo, después de haber subido un 0,2% en los últimos tres meses de 2023, y la inversión creció un 0,3% tras haber caído un 0,9% en los últimos meses del año anterior. En conjunto, la demanda interna aportó cuatro décimas al PIB en el primer trimestre, mientras que en los últimos tres meses de 2023 su impacto había sido nulo.
Perspectivas futuras
Es esencial destacar de dónde viene la economía y hacia dónde se dirige. La crisis del COVID-19 golpeó duramente los pilares de la economía española y las previsiones eran bastante nefastas. Sin embargo, tras una fuerte recuperación, la economía de España parece estar en una posición relativamente buena, especialmente en comparación con las economías más grandes de la zona euro. El robusto sector de servicios en España y una industria especializada en bienes y turismo, que actualmente muestran una demanda sostenida están impulsando la economía nacional. Esta sólida recuperación muestra que, a pesar de los desafíos, la economía española tiene la capacidad de adaptarse y prosperar en un entorno global cambiante.
