Ascensos, descensos y un gran número de anécdotas envuelven a este club simbólico para la localidad, una crónica contada por José Luis Martínez Lobato, uno de sus protagonistas, quien lleva ligado a él desde hace 58 años.
La historia de un pueblo se cuenta mediante su gente, sus monumentos o incluso por sus clubes deportivos, y si en Laguna de Duero hay uno que es parte de los anales del municipio ese es el C.D. Laguna, pues, aunque fundado en 1965, sus orígenes se remontan a los años cincuenta, cuando ni siquiera existía como club y los jóvenes se juntaban los domingos para echar pachangas entre amigos, marcando así los inicios de una larga travesía a través del fútbol. Y quién mejor para contar esa evolución que aquellos que la vivieron desde dentro, como es el caso de José Luis Martínez Lobato, más conocido como ‘Lobato’, quien durante 58 años ha pasado por todas las etapas, bien desde el banquillo como jugador, pasando por ser entrenador, hasta llegar a la directiva; memorias que hoy refleja en el libro ’67 años de fútbol en Laguna de Duero’.
Isidro, Marcelino, Nicolás y Secundino Cantalapiedra fueron los vecinos que pusieron en marcha este gran proyecto, abriendo una línea en el tiempo donde el vaivén de ascensos y descensos eran el pan de cada temporada. Después de dos años sin federar, fue en 1967 cuando los laguneros entraron en la competición federativa a partir de la categoría Segunda Regional. “A partir de ahí la evolución fue constante, pasando por primera Regional, Preferente y Tercera División, oscilando de manera intermitente por los diferentes niveles”.
Lobato explica que fue en ese momento cuando él entró con 15 años a formar parte del equipo. “Desde entonces estuve tres años en juvenil, después 12 temporadas en el primer equipo y más tarde volví en el 82 como entrenador del primer equipo, donde permanecí en diferentes etapas, e incluso como directivo también he entrenado a las categorías inferiores”.
De su época como jugador el ex futbolista recuerda que fueron años compartidos con personalidades del deporte lagunero como Anselmo Cabezas, Chani, Bartolomé, los hermanos Martín y Julio Martín, Jesús Manuel, “con quienes subimos a Tercera”, así como los entrenadores Ángel Muñoz, Paco, Villa, Ángel Aragón, Pardo, Román y el mejor de todos para él; Amadeo Núñez ‘Tito’.
Tiempos en los que el fútbol “era muy comprometido, ya que íbamos a competir, no solo a jugar”, pero también en los que ser jugador era muy duro, pues las condiciones no eran las mismas que ahora. “Cuando se fundó el club los entrenamientos los hacíamos en los campos de la Laguna, y como no contábamos con un campo en condiciones para poder jugar, los partidos eran en los campos de la Federación, en el Pinar de Antequera”, comenta, y añade que no fue hasta la temporada 68-69 cuando se inauguró el campo Los Barreros, donde jugaron hasta la inauguración del Estadio Municipal en 1982.
“Los campos entonces eran todos de tierra, de hecho, en Valladolid solo había dos de césped para los privilegiados, así que cuando llovía aquello era una auténtica odisea, ya que se convertían en barrizales”. Entre risas, Lobato se acuerda de que los inviernos de antaño no eran los mismo que ahora, y cuando hacía mucho frío los entrenamientos se trasladaban al salón de baile, “el salón del señor Alberto”, y si se helaban las tuberías y no podían lavarse tenían que ir al canal del Duero. “Mientras que ahora tienen sus vestuarios, con agua caliente y calefacción”.
Tras el último ascenso con el equipo a Tercera Regional en el 81, el centrocampista colgó las botas para coger la batuta como entrenador, otra época que recuerda con cariño, donde destaca el equipo compuesto por “muy buenos jugadores” como Alberto, Geñín, los dos Pichis, Paco, Valle, Sastre, Ángel Plaza, Vallejo, Verdote, Óscar Gangoso, Grañeda y De la Cal, entre otros. “Fue cuando ascendimos a Segunda B y creo que esa ha sido una de las mejores etapas del club”.
Asimismo, no fue hasta esa fecha que el C.D. Laguna incorporó nuevas categorías, dado que desde sus inicios el club tan solo contaba con las de juveniles y aficionados, y fue en ese momento cuando comenzaron a ampliar la cantera lagunera. Pero lo que sí que destaca este veterano es que en los campos del municipio se han formado jugadores que después han sido llamados para las categorías inferiores del Valladolid, el Villa Real o el Real Madrid, “prueba del nivel futbolístico que tenemos”. Y aunque apenado comenta lo “delicado” que está ahora el primer equipo, está seguro de que “con trabajo y esfuerzo podrán seguir demostrando su valía y llevando el nombre de Laguna por todos los campos”.