España es mundialmente conocida por su arte, cultura, museos, monumentos, playas, rutas… pero, sobre todo, por la gastronomía que acompaña a todos los planes que esta soleada península tiene por ofrecer. El sol y los campos que cubren esta región nos brindan de productos saborosos y de gran calidad, que nos dan unos platos rechupete. Castilla y León es una pieza clave de la gastronomía española, pues su tradición culinaria es la más auténtica muestra de los platos de este país.
Patrimonio gastronómico de Castilla
Los orígenes de la gastronomía de Castilla se remontan a las sopas de pan y hortalizas sobrantes del campo, donde los castellanos agricultores encontraron el sustento para sus familias. Con el tiempo, las sociedades agrícolas fueron aprovechándose de producir el mejor trigo y, con él, el mejor pan, además de las mejores legumbres y el mejor cordero del territorio español, para acabar especializándose en las sopas de ajo, la olla podrida o el cocido de garbanzos. Posteriormente, los irían esparciendo por la península mientras acampaban en busca de pasto en invierno y, poco a poco, estas costumbres fueron marcando una tradición en la cocina, con sus métodos y su estilo, que se transmitiría de generación en generación hasta llegar a nosotros tal como la conocemos. ¡Vamos a conocer algunos de estos platos más tradicionales!
Platos icónicos de Castilla
Sopa de Ajo
Empezaremos nuestro recorrido por los platos icónicos de Castilla con el plato por excelencia de sus ancestros: la sopa de ajo. Originalmente era una sopa de aprovechamiento, y lo mejor es que se ha mantenido la receta tradicional. Así, para este humilde plato solo necesitaremos caldo o agua, según prefiramos, muchos ajos, pan duro y un huevo; lo herviremos todo condimentado con pimienta y pimentón dulce y tendremos una sopa de rechupete bien sencilla.
Cochinillo Asado
El cochinillo asado es otro de los platos que no podían faltar en esta recapitulación tradicional. Dado que antiguamente se cocinaba con aquello que estaba más al alcance, el cochinillo asado pasó a ser un plato de lo más popular en la región por su alta presencia en la zona. De nuevo, nos encontramos frente a una comida de pocos ingredientes, pues se cocina el cochinillo lentamente en el horno y solo se le echa manteca de cerdo por encima, sal, pimienta y agua, para que quede crujiente por fuera y tierno por dentro.
Caldereta de cordero
Tal como hemos descubierto al hablar de la historia de la cocina de esta región, los platos de cuchara eran de lo más populares, y el cordero era de la mejor calidad, por lo que, si juntamos ambas partes, nos sale un cocido de lo más delicioso: la tradicional caldereta de cordero. Este es un plato que se cocina a fuego lento, idealmente en una cazuela de barro, con la carne de cordero, cebolla, pimiento rojo, ajos, zanahoria y tomate, además de perejil, laurel, romero y tomillo. Después de una, o mejor dos, horas de cocción, acompañaremos este increíble plato con un poco de pan, y disfrutaremos de una comida castellana de lo más tradicional y deliciosa.
Judiones de la granja
El último plato con el que nos deleitaremos nace también de la fusión de los que eran originalmente los mejores ingredientes de la zona. Hablamos esta vez de los judiones de la granja, elaborados con unas judías blancas de gran calidad, que se cuecen lentamente junto con un poco de oreja, chorizo y morcilla, embutidos clásicos de Castilla, y algunos aderezos como la cebolla, el ajo o el pimentón. Tras la cocción, podremos disfrutar de un plato de cuchara de lo más rico y saciante.
Postres y dulces
Tarta de San Marcos
Aunque por el momento solo hemos hablado de guisos y platos de cuchara, en Castilla y León los dulces y postres también tienen un sitio importante en la historia gastronómica de la península. El primer postre del que hablaremos es la Tarta de San Marcos, un delicioso postre cuyo origen se remonta en un convento de Castilla del siglo XII. Un postre que en apariencia luce tradicional como los de Baker’s Treat, video rodillo del catálogo de platincasino.es, pero que al degustarlo os dejará atónitos con su nata y chocolate, cubierta con yema quemada. En definitiva, ¡es una auténtica maravilla!
Yemas de Santa Teresa
Las yemas de Santa Teresa son otro delicioso postre que no nos podemos perder. Siguiendo la línea de los platos que hemos presentado hoy, este postre se elabora sólo con dos ingredientes: yemas de huevo y azúcar, pero no por ello es menos delicioso. Para conseguir estos pequeños flanes que se han vuelto tan populares, únicamente se baten los dos ingredientes en un bol de cobre, se dejan enfriar y se forman las bolitas que se pondrán en una tartaleta de papel, ¡y ya estarán a punto para disfrutar!
Ponche Segoviano
Aunque su nombre invita a pensar que se trata de una bebida, el último postre del que hablaremos hoy es el Ponche Segoviano. Si bien actualmente lo encontramos en toda la península, este pastel nació en Segovia, en Castilla y León, y alterna capas de bizcocho remojadas en almíbar con capas de una rica crema de yema de huevo, todo ello recubierto de mazapán y decorado con un azúcar glas que dibuja un clásico enrejado en forma de rombos. De nuevo, un postre de rechupete.
Conclusión
Como habréis descubierto en esta recopilación de los mejores platos tradicionales de Castilla y León, no ha sido nada fácil escoger cuáles merecían una mención aquí y cuales no, pues esta región goza de una cultura culinaria tan rica que podríamos pasar horas descubriendo sus manjares. Por esto animamos a todos nuestros lectores a descubrir las joyas culinarias de Castilla, visitando el lugar y disfrutando de tradicionales restaurantes que nos acercan un poquito a su historia con cada cucharada.
