El Consistorio señala que “con el incremento ni siquiera se cubren los costes actuales” e insiste en que la separación de residuos “no solo tiene un motivo ambiental, sino también económico”
La Nueva Ley de Residuos, aprobada por el Gobierno de España el pasado año, que obliga a los Ayuntamientos a imputar la tasa de Recogida de Basuras al productor en origen -es decir, al vecino-, ha llevado al pleno a modificar la ordenanza de este servicio, cuya tasa se duplicará en adelante. “La Ley obliga a que en abril de 2025 se sufrague con las tasas el coste del servicio. En el año 2023 la previsión del coste es de 210.000 euros y el Ayuntamiento recaudará la cantidad de 106.000 euros. Esto obliga a que para el año 2024 se duplique la tasa de basuras”, explican fuentes del Ayuntamiento. “A esto se añade la tasa de 30 euros por tonelada que establece esta Ley, que hace prever nuevos ajustes para 2025”, añaden, incidiendo en que la previsión del coste para 2024 es de 260.000 euros.
Además del imperativo legal, esta subida responde al incremento del coste, en los últimos años, del tratamiento de residuos por parte de la Mancomunidad Tierras de Valladolid. “En 2018 pagábamos 70.000 euros, y después de que el Ayuntamiento de Valladolid revisara las tarifas y se renovara el contrato con el Centro de Tratamiento de Residuos -donde, además, se están llevando a cabo mejoras- ahora prácticamente se ha triplicado el coste de este servicio”, explican desde el Consistorio.
Este aumento en los costes ha obligado a modificar la tasa de recogida de basuras, con lo que los vecinos pasarán a pagar de 44 a 88 euros al año, si bien podrán abonar esta cuantía en dos plazos. Este nuevo importe equivale a 30 céntimos al día por la recogida de basura. Desde el Ayuntamiento avanzan que “cuanto menos separación de residuos hay, más caro nos sale a todos los boecillanos el servicio de basuras, de modo que debemos hacer hincapié en el reciclaje, ya no solo por motivos medioambientales sino también económicos”. Paralelamente, desde el Ayuntamiento, además de incidir con campañas proreciclaje, se están planteando estrategias para reducir la basura doméstica, tanto la domiciliaria como la procedente de podas o escombros. El Ayuntamiento ya está trabajando conjuntamente con la Mancomunidad Tierras de Valladolid y la MIG para reducir la cantidad de basura en base a la separación en origen. Asimismo, el nuevo reglamento del Área de Aportación de Residuos -situada en Calle Herrera- facilitará a los vecinos el depósito de residuos que no deben ir al contenedor normal. “El mensaje es claro, debemos reducir la basura que generamos, y cuanto más separemos y reciclemos, menos pagaremos. Debemos ser responsables de manera individual”, apuntan desde el Ayuntamiento. Ninguno de los grupos -PP, Cs, VOX y BTLP- presentes en el pleno se opuso a esta subida.
Actualización de otras ordenanzas
El pleno de septiembre también sirvió para actualizar distintas ordenanzas municipales, como la relativa a las terrazas, la cuál se ha modificado por unanimidad “para controlar todo mejor y con afán regulatorio, no recaudatorio”, según se señaló. También se actualizaron las ordenanzas relativas a la ocupación de la vía pública, la de entrada y salida de vehículos o la tasa de servicio del Centro Cívico, Piscinas e Instalaciones Deportivas, haciendo una actualización de las distintas tasas, las cuáles no se modificaban desde hacía años.
Por otro lado, se llevó a cabo, por unanimidad, la aprobación de una modificación de crédito cercano a los 150.000 euros. Ello permitirá utilizar esta cuantía del remanente de tesorería en partidas de inversión como la que permitirá trasladar el salón de plenos a unas nuevas dependencias o mejorar el parque de El Tejar, entre otras. “Estamos apretando el acelerador para dotar estas inversiones este año, por prudencia ante la posible vuelta, el próximo año, de las reglas fiscales suspendidas durante la pandemia”, se explicó.
Servicio de Gestión de Agua
Otro de los puntos debatidos fue la estructura de costes del Contrato para la gestión del agua con la que contará en un futuro el Consistorio. Aunque los pliegos están aún por decidir, se plantea una contratación por 25 años con el compromiso de la empresa adjudicataria para mejorar las instalaciones y colectores del municipio, y manteniendo la eficiencia energética. Este servicio se externaliza debido a que “es inasumible gestionarlo de manera pública tanto a nivel económico como organizativo”, según se señaló en la sesión plenaria.
