La autora lagunera ha elaborado una novela clave para entender la sociedad, con personajes humanos y complejos que recuerdan que todos tenemos nuestros secretos, pasiones y anhelos.
Irene Marcos (Valladolid, 1995), autora de la novela ‘Aurora’, se crió entre Laguna de Duero y Saldaña. Estudió música y es saxofonista, pero también se interesó por la abogacía y la psicología. Con el paso del tiempo, estas aficiones se han unido en dos, la literatura y la escritura. Con una carrera literaria emergente, hemos tenido la oportunidad de hablar con ella sobre su última obra publicada en dos tomos en noviembre de 2022. La presentación de esta obra en Laguna será el próximo viernes 24 de marzo.
El amor de Irene por la literatura comenzó en la Biblioteca de Laguna, donde encontró libros de autores que la inspiraron. La autora comenta que, aunque empezó a esbozar su obra a los 24 años, cree que un escritor lo es desde el nacimiento: “Hay en él un modo especial de mirar, de expresarse y de sentir, y no son sino sus vivencias, sus lecturas, sus viajes y las personas de las que se rodea las que esculpen lo que escribirá y cómo lo hará. El escritor lo es toda su vida”.
La novela, que se divide en dos tomos por exigencia del mercado editorial, es descrita como “un billete de ida al pasado, a otra España que es crucial para entender la sociedad actual”. Sobre todo, Marcos se siente agradecida con la paciencia de su editor y con la editorial ‘Con M de Mujer’. ‘Aurora’ se inspiró en la historia de España para crear a los personajes y desarrollar sus tramas, abarcando tres épocas: la España de 1901, la España republicana y en guerra de los años 30 y la España de 2020. La relación entre la sociedad de la época y las ideas regeneracionistas que presenta en el libro es descrita como un motor de cambio y progreso.
El mensaje que espera dejar a los lectores es la capacidad de mirar al pasado con madurez, apreciando los detalles y reconociendo que nadie es perfecto ni ruin. La escritora abordó la investigación histórica leyendo obras de historiadores, biografías, textos legislativos, periódicos, novelas, ensayos, discursos y revistas de la época.
En cuanto al porcentaje realidad-ficción de la novela, Irene Marcos señala que la ficción comienza cuando termina la realidad, es decir, entra en juego la ficción cuando ya no queda historia que documentar. “Uno de mis grandes descubrimientos al sumergirme en esta época fue la necesidad, a veces agónica, que existe de que la ficción se ajuste a la realidad de las infinitas cuentas pendientes con que el devenir de la historia lastró con olvido o inciertas verdades algunas biografías o acontecimientos”, reconoce la escritora. En esta novela la vallisoletana ha sabido capturar la esencia de lo que hace a la vida verdaderamente interesante: los secretos, las pasiones y los anhelos. Sin ellos, la vida se volvería una sucesión de horas vacías y sin sentido. Para Marcos Ramos, estos elementos son la “marca de la casa” en todas sus historias.
Los personajes de ‘Aurora’ siempre albergan algo del autor, y algunos de ellos incluso merecen una especie de “protección por su parte”. Además, en la novela encontramos personajes reales, como García Lorca o Primo de Rivera. Marcos ha querido arrojar luz sobre el lado humano de estas figuras históricas, para recordar que, detrás de las biografías que conocemos, hubo personas que sufrieron, amaron y soñaron. La guerra es un tema recurrente en Aurora, pero no solo en el sentido literal. Todos los personajes de la novela albergan sus propias batallas internas. La novela aborda un período histórico en el que la lucha entre la luz y la oscuridad fue especialmente intensa. Pero Marcos Ramos no juzga a sus personajes, sino que los presenta en toda su complejidad humana. ‘Aurora’ no es solo una novela, sino un universo lleno de historias.
En su web, www.irenemarcosramos.es, se comparten reflexiones sobre los rincones de Madrid que son imprescindibles en la novela, como el Hotel Palace o Casa Labra. Además, publica relatos cortos que le permiten contar grandes historias en pocas palabras. Y no solo eso, sino que ya está trabajando en su próxima novela: “Cuando terminé de escribir Aurora me invadió un sentimiento que siempre me ha gustado comparar con lo que deben sentir los padres cuando sus hijos se van de casa y dejan sus habitaciones vacías”. La cura de Irene para esta sensación fue comenzar a contar otra historia que se centrará en la figura de Ricardo Cortés Villasana y las historias que dejó tras de sí la Guerra Civil en la Saldaña de los años cuarenta.