15 de octubre de 2024
Buscar

‘La longevidad humana’, por Delfín Lozano

Opinión

29 de noviembre de 2023

Analizando el camino que lleva la sociedad global en este Siglo XXI y viendo que ya nadie se puede independizar de la tenencia de dinero, quizás deberíamos comenzar a pensar algo más en el ser humano como ser finito e intentar que, con un pensamiento crítico y libre, sepamos interpretar la infinidad de mentiras a las que nos tienen acostumbrados y asumirlas con un criterio propio.

Si basamos nuestra reflexión en la historia de la humanidad, vemos cómo en el Siglo XIX la esperanza de vida era de unos 35 años, y en la actualidad, en España, rondan los 83, aunque también se debería considerar el enorme cambio que ha surgido en la humanidad por el hecho de que en la actualidad seamos unos 8.000 millones de seres humanos.

La conseguida longevidad está creando en la sociedad un problema social importante, porque todo el mundo desea vivir el mayor tiempo posible, pero parece ser que la regulación que procedería haberse hecho sobre este tema no se está realizando.

En base a los datos anteriores y teniendo en cuenta el poder adquirido por los que tienen el dinero, que de alguna manera, han sido capaces de implicar a toda la sociedad en su sistema económico y han conseguido que actualmente el DIOS DINERO sea lo más importante de la vida del ser humano, se puede casi asegurar, que ningún sistema político será capaz de gestionar razonablemente esta sociedad.

Posiblemente, dada la amplitud que esta nueva generación (de más de 65 años) va adquiriendo, que ya suponen más de 747 millones de personas en el Mundo, lo más importante, antes de que alguien lo intente de otras formas, sería aunar ideas y comenzar el diálogo con las generaciones anteriores. El objetivo sería estructurar la sociedad en base a que todos los seres humanos que habiten en la Tierra, independientemente de la etapa de su vida que les toque vivir, sean igual de considerados.

Quizás habría que tener en cuenta que la pandemia ha abierto los ojos a esa jauría humana que son los poderes económicos. Estos han comenzado a ver cómo en poco tiempo cualquier descubrimiento científico puede ser legalizado rápidamente; siendo esta, que suelen denominarla como la época de la reprogramación y donde suelen comenzar contratando a los últimos Premios Novel de Medicina.

Esta industria, observada como la mayor del futuro, tiene un mercado en alza y ya se prevén recaudar más de 15.000 millones de dólares hasta el 2024. Sus expertos manifiestan que con esta nueva prueba del sistema económico, podría no solo evitarse el estancamiento económico, sino potenciar el crecimiento. Para justificar su necesidad, hacen uso de esa debilidad con la que lo justifican siempre, como es la de que vienen teniendo una rentabilidad de tan solo un 4,2 %, declarado.

En la actualidad, los más importantes grupos financieros del planeta se están comenzando a plantear la inversión, en biotecnología, de la enorme cantidad de 610.000 millones de dólares, para tratar de desentrañar los cambios y procesos que intervienen en el desarrollo de las enfermedades y las lesiones asociadas a la edad y tratar de ralentizarlas o revertirlas y seguir con una longevidad humana de hasta los 120 años en principio, con la posibilidad de llegar a los 140.

Su objetivo es puramente económico, y la primera parte del negocio está en conseguir fabricar medicamentos que consigan alargar la vida del ser humano. Pero su objetivo, como en cualquier actividad económica, es la rentabilidad que puedan conseguir con la venta de esos medicamentos y la añadida por el consumo que continúen realizando los seres humanos a lo largo de esa vida, porque van a ser muchos: en la actualidad en España son más del 20% y se prevé que en el 2050, en Europa sean más del 30 %.

Lo lamentable es que solo se tienen en cuenta la parte económica del tema, pero nadie habla de cómo va ser la vida de esos seres humanos, dependientes totalmente de la medicina y sabiendo que la medicina está manejada por el sistema económico. Lógicamente es el peor binomio posible para la continuidad de la raza humana.

La industria del envejecimiento basada en la neurociencia y la biotecnología, con la colaboración de las farmacéuticas, los fondos de inversión, entidades sin ánimo de lucro y las grandes fortunas, en la que ya existen 50.000 empresas en 20 sectores, con más de 10.000 inversores, habla de vivir más años de vida saludable.

Argumentan, para comenzar a vender la idea, que esta industria del envejecimiento llevará a un impacto brutal a la sociedad en general, a la economía y a las políticas públicas. Con el consiguiente ahorro, ante la amenaza del gasto insostenible actual, esto también incrementará el volumen de contrataciones de planes de pensiones de seguros, públicos y privados, con un gran crecimiento.

Uno de los principales inversores hasta la fecha es el capital árabe, aunque la biotecnología española ya facturó en el año 2021 más de 13.000 millones de euros. Se adorna la noticia con la creación de unos 118.000 puestos de trabajo, y que la desaceleración del envejecimiento tiene una repercusión económica global de unos 38.000 millones de dólares.

La vejez es inevitable, y como todo en la vida, tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. No obstante, ya que la longevidad es algo que la ciencia ha conseguido, califiquemos a cada etapa de la vida con igual énfasis y no vale ni el exagerado culto a la juventud ni la veneración a los ancianos, que son cosas salidas de madre.

Posiblemente una de las posibles soluciones, además de la que los diferentes estados sean capaces de regular, sería que el propio ser humano sea capaz de analizar las diferentes etapas de su vida y sepa adaptar sus necesidades naturales a cada una de ellas, porque la sociedad global no va a hacer nada.

Nueva edición disponible

Nueva edición disponible
Hazte ya con la sexagésima edición de la revista Laguna al Día. Haz clic sobre la imagen para verla online.

También podrás conseguir la revista en papel de forma gratuita en todos los negocios patrocinadores y en la Casa de las Artes.

Lo último