Entre las principales medidas destacan las entradas y salidas escalonadas a los centros, así como el aislamiento de cada clase en ‘grupos estables de convivencia’, al tiempo que existe un Plan de Contingencia por si la situación requiere volver a la enseñanza online.
En medio del debate sobre la conveniencia de la vuelta segura a las aulas, los equipos directivos de los centros de educación primaria de Laguna de Duero han trabajado, a lo largo del verano, para adecuar las particularidades de sus instalaciones a una inminente vuelta al cole. Lo han hecho en base a unas directrices marcadas por la Consejería de Educación, y en medio de un ambiente de incertidumbre ante los recientes rebrotes en la comunidad. Los planes de Inicio para este retorno, que está previsto para el próximo 9 de septiembre, conllevan distintas medidas higiénico-sanitarias con las que se busca evitar cualquier foco de contagio. Durante los últimos días, estas medidas han sido difundidas entre todos los profesionales de los centros y trasladadas a las familias de los escolares, a fin de ir concienciando al alumnado de las nuevas rutinas que marcarán una vuelta segura a los centros.
En el caso del CEIP Nuestra Señora del Villar, estas medidas pasan por escalonar las entradas y salidas al centro, y realizarlas por diferentes zonas. Tal y como señala la directora del centro, Yolanda Arranz, “solo se permitirá la entrada de una persona para acompañar al niño o niña al centro, mientras que se llevará a cabo la medición de la temperatura corporal a los escolares a su llegada”. Los diferentes espacios quedarán zonificados, y existirán dos períodos distintos de recreo para evitar que los más de 600 alumnos puedan mezclarse en el patio. Paralelamente, se ha reducido la ratio en algunos cursos -con la llegada de tres profesores más- y habrá separación entre las mesas en las aulas para mantener en lo posible las distancias de seguridad. “Nos habría gustado disponer de más personal para desdoblar más grupos, pero es lo que hay en estos momentos”, afirma Arranz.
Con el objetivo de limitar el contacto entre los alumnos, el protocolo marca la organización aislada en grupos estables de convivencia, los cuales se delimitan a cada clase. Por otra parte, está regulado el uso generalizado de mascarillas, y la limpieza será una máxima en el centro para atajar cualquier riesgo. Para la dirección del centro, este personal de limpieza, junto a los conserjes, se va a convertir en una parte “fundamental” del equipo a la hora de trabajar de manera coordinada en la prevención contra el Covid-19.
Tal y como se ha avanzado, los primeros días se va a trabajar con el alumnado para concienciarles y explicarles de manera rigurosa la nueva normativa. “Por experiencia, los niños y niñas son los primeros que se adaptan a las nuevas normas y rutinas, mucho mejor que los adultos, de modo que no esperamos tener problema a la hora de que entiendan estas nuevas reglas de higiene y limiten su manera de socializarse con otros niños y niñas”, apunta Arranz.
Mensaje de tranquilidad a las familias.
En cuanto a los padres de los alumnos, la directora del centro quiere trasladarles un mensaje de tranquilidad con respecto a este inicio del curso. “Soy consciente de que todas las familias tenemos cierto recelo a la hora de dejar a nuestros hijos e hijas en el colegio en esta situación, pero podemos garantizarles que se van a seguir todos los protocolos establecidos en nuestro Plan de Inicio, así como todas las medidas de prevención marcadas por las autoridades”, apunta Arranz.
Al margen de esta vuelta a las aulas, desde los centros también se ha trabajado este verano en varios planes y proyectos que abarcan distintos ámbitos de carácter curricular -como un Plan de Refuerzo y Recuperación de los contenidos no vistos de manera presencial- así como un plan de comunicación. En caso de que la situación epidemiológica impida el retorno físico a las aulas, existe también un Plan de Contingencia elaborado que contempla la posibilidad de una vuelta al cole telemática, así como un Plan de Digitalización que ayudaría a suplir cualquier carencia. “Tenemos que agradecer muchísimo a las familias toda su contribución a la hora de terminar el pasado curso, han sido fundamentales”, concluye Arranz.
