El Ayuntamiento ha querido homenajear a esta ilustre vecina natural de Boecillo pero afincada en Laguna de Duero, por dedicar toda su vida a su negocio en el municipio.
«En aquella época no teníamos ni lapicero». Así recordaba Asunción los comienzos en su tienda, donde para hacer las cuentas «tenían que escribir con una punta en una pared». María Asunción del campp fue reconocida en el día de ayer por el Ayuntamiento de Laguna de Duero dentro de los actos programados con motivo del «Día de la Vieja 2023». María Asunción abrió su tienda en Laguna de la mano de su marido, Bernabé, que la convenció para vender productos de huerta. Este hecho propició que con el paso del tiempo pasase a convertirse en una de las vecinas más queridas del pueblo.
Recuerda risueña las escapadas de su marido a comprar al Mercado Central, en Pajarillos. Se desplazaba en bici con un carro, luego pasó a la mula y al motocarro, hasta que tiempo después llegaron las furgonetas e incluso un camión. Todo era diferente en aquella época. «Ya entonces éramos ecológicos: las tazas para llevar el tomate, había que traer el “casco” del vino y la gaseosa para llevar una botella llena o sino se cobraba. Las señoras llevaban su bolsa de la compra; de hecho no había ni bolsas, los productos se pesaban en unos cucuruchos de papel de estraza».
Tras una mudanza de la tienda de la calle Arrabal a la calle Sol llegaría otro traslado, que situaría la tienda en la Avenida de la Estación, donde se convertiría en un ultramarinos, nombre que se daba a las tiendas donde se vendía de todo. «Vendíamos alpargatas, playeros Tao, chocolate La Llave, La Campana de Elgorriaga, Dulcinea, tulicrem…»
Mientras Asunción mantenía la tienda, su marido Bernabé, al que ella describe como un «fuera de serie» se encargaba de ir a los caseríos a vender, o incluso a comprar tierras en oportunidad para luego volver a venderlas. Además, procuraba traer productos diferentes de la zona para poder competir en la tienda. «Traía Manzanas Golden y reineta de Tudela, cebollas de Martinmuñoz de las Posadas…»
Asunción, además de ser dependienta, actuaba de «psicóloga» en la tienda, ya que las otras mujeres que iban a comprar le contaban sus confidencias, pues era otra época diferente. «No estaba bien visto que las mujeres fueran a los bares y tampoco a pasear. Sabían que lo que allí se hablaba no saldría de las cuatro paredes».
Tras el homenaje, también se ha dado las gracias a los voluntarios de las jornadas de «Juegos del Ayer», en la que se ha enseñado a los chicos más jóvenes los juegos de antaño. En la tanga han participado Agustín Martinez, Jesús Castro y Jesús García. En la rana, María Luisa Vivas y Anselmo García. En la petanca Amelia Gómez, Ángel Martín, Esperanza Sánchez e Isabel Herrán. Por último, para las Tabas han colaborado Candela Fernández, Ángela Sanchez, Santiago Frías y Carmen Sánchez Sanz.
Para finalizar, la Banda de Música de Laguna de Duero interpretó varias piezas como cierre del evento.
