El lagunero ha cumplido ya uno de sus sueños, convertirse en subcampeón nacional de karate, un logro que es un impulso para “seguir creciendo en este deporte y disfrutando de sus enseñanzas y valores”.
Karateca desde los siete años, fue el legado de su padre y el ánimo de este lo que llevó a Mario Carnicero a iniciarse en este arte marcial. Desde entonces su crecimiento ha sido imparable, empapándose cada día de los valores del deporte y adquiriendo la experiencia y los conocimientos necesarios para, hace unos meses, cumplir un sueño que llevaba persiguiendo durante años; subir al podio del Campeonato de España. Así, con tesón y esfuerzo, el pasado noviembre consiguió proclamarse subcampeón de esta competición, llevándose una plata que, como él dice, “sabe a oro”.
“Formación personal, rectitud, esfuerzo y constancia, respeto a los demás y reprimir la violencia”. Esas eran las normas de su primer gimnasio en Laguna, unos valores que según recuerda repetían a diario y que le han servido durante todos estos años para crecer, no solo como karateca, sino también como persona. Y con ellos siempre en la cabeza Mario ha ido mejorando poco a poco, primero en la modalidad de katas y, más tarde, en el kumite o combate, donde pronto se hizo un hueco en la selección castellano-leonesa, representando a la región en numerosos campeonatos.
“Mi gran año fue el 2021, con varias victorias y la convocatoria para representar a España en el Torneo Internacional de Palma del Río, donde me hice con el oro, y aunque seguía obteniendo medallas en ligas nacionales y regionales, siempre se me había resistido el Campeonato de España, hasta 2024”. El joven lagunero sostiene que esta victoria fue el culmen de su último año en la categoría sub21 y que, desde el comienzo, “tenía claro el objetivo y que tenía que hacer lo que mejor sabía hacer para clasificarme”. “Tras la victoria en semifinales no podía creer lo que estaba pasando; por fin estaba en la final, y a pesar de que quedé en segundo lugar, cada día que pasa valoro más lo que ocurrió ese día”, relata.
Asimismo, este no es el único buen sabor de boca que los últimos años le han ido dejando, ya que también ha ido consiguiendo algún que otro logro personal y profesional en este mundillo, como fue su debut en abril de 2023 en la Liga Mundial de Karate, un certamen que admite “nunca va a olvidar”. “Si a nivel nacional el listón está alto en este tipo de pruebas más aún, y a pesar de no haber llegado al podio estoy orgulloso de lo mucho que aprendí de la experiencia y de haber pasado varias rondas”. Además, en febrero de 2024 se impuso como campeón en Madrid y en Castilla y León en una categoría superior a la que él pertenecía, lo que le sirvió para “mejorar mis habilidades de cara a la que era mi categoría principal”.
Aunque los nervios previos al combate no suelen apoderarse de él, Mario admite que sí que tiene manías antes de competir, como calentar con su música favorita o besar cada una de las pulseras u objetos que le han regalado sus familiares. “Son ellos los que han confiado en mí desde el principio y también mi principal amuleto a la hora de entrar al tatami”, y son esos pequeños rituales los que le han acompañado en cada una de sus competiciones y logros.
Por su parte, estaría encantado de dedicarse profesionalmente al karate, y sin embargo, es consciente de que se trata de “un privilegio del que pocos pueden gozar”, así que por ahora su objetivo es planificarse para poder estudiar, entrenar y trabajar a vez. “Hasta hoy he podido avanzar en mis estudios sin problema, pero a medida que la categoría sube también lo hace el nivel y la exigencia, por eso quiero organizarme bien y así poder llegar a todo”.
Y es que para él el karate es más que una afición, es “una pasión y una enseñanza constante” que influye en todos los aspectos de la vida de quienes lo practican, ya que forja sus personalidades. En este sentido y bajo su experiencia, aconseja a los karatecas que están comenzando que disfruten y se formen todo lo que puedan, pues esa es la clave para “afianzar cada una de las cosas nuevas aprendidas para luego dar todo de sí en las competiciones y cumplir los objetivos”.
Así, con un cierre triunfal de la categoría sub 21, el joven ya tiene la vista puesta en la nueva, la absoluta, pero admite que no quiere entrar en ella con presión por la obtención de medallas, sino que su idea es “tratar de alcanzar los mejores resultados posibles y disfrutar en el tatami”.
