El novillero, natural de San Sebastián de los Reyes, cuajó dos grandes faenas con toros de Luis Algarra y el último del lote de Pedrés, para la última novillada de los festejos en honor a la Virgen del Villar.
Por segunda ocasión, Diego García salió triunfador de la Feria de Laguna de Duero. Este joven natural de San Sebastián de los Reyes compartiría cartel con José Ruiz Muñoz, (Puerto Real -Cádiz), y Manuel Diosleguarde (Salamanca). Una cogida de última hora obligaba a Manolo Vázquez a caerse del cartel, aunque no sería la única modificación, ya que finalmente se lidiarían cinco toros de la ganadería de Luis Algara y un último novillo de Pedrés.
El primero en salir al coso lagunero fue Ruiz Muñoz para el primero del lote de Luis Algarra. Un novillo noble y bravo pero en algunas ocasiones falto de fuerza, lo que obligó al novillero a ejecutar una faena marcada por la templanza con la muleta. Consiguió la estocada completa que se saldó con el silencio del público. En el cuarto de la tarde, se encontró el de Puerto Real al mejor del lote, un utrero noble. Compases con la muleta suave y con arte que acabaron con una buena estocada para llevarse como premio una oreja.
Manuel Diosleguarde, ganador del circuito de novilladas de Castilla y León, se plantó en Laguna de Duero con ganas de hacer bien las cosas, aunque el infortunio al entrar a matar le dejó sin opciones de reconocimiento en el primero de su lote. Ya con el segundo cuajó una buena actuación lo que le brindo obtener una oreja. Quizás poco premio en esta tarde para el salmantino, pues le puso esa dosis de arte y buen hacer, pero sin premio por el infortunio con el estoque.
Diego García firmaría una tarde brillante para los espectadores. El joven de San Sebastián de los Reyes volvía a Laguna de Duero tras ser el triunfador de la feria en 2019. Tenía ganas de volver a dejar su nombre firmado en los anales de la historia de esta Plaza y prueba de ello es que recibió al novillo con dos largas de rodillas. Con la muleta toreó a ambas manos para terminar con un desplante ante el Utrero de Algarra. Una estocada entera y una buena faena llevaron a Diego García a obtener dos orejas. Ya con el segundo – sexto del lote y único de la ganadería Pedrés -, cito de manera natural al novillo con una buena zurda con templanza y cordura. Ya perfilado para matar, se marcó una estocada perfecta, lo que llevó al público de nuevo a sacar los pañuelos y obligar a la presidencia a sacar dar las dos orejas.
