La bibliotecaria acaba de jubilarse tras 41 años al servicio de los vecinos, durante los que ha visto evolucionar el municipio y sus instalaciones, que han tenido que adaptarse a la era digital.
Hablar de la biblioteca en Laguna de Duero es hablar de Regina Velasco. Esta apasionada por su trabajo y amante de las letras acaba de dejar la que ha sido su casa durante 41 años. Por ella han pasado varias generaciones de laguneros, contribuyendo, con su profesionalidad, al desarrollo y evolución de este ente público de la cultura.
¿Cómo recuerdas tus inicios como bibliotecaria en Laguna?
Recuerdo mis inicios como bibliotecaria en el local de la Caja de Ahorros Provincial, situado en el interior del bloque de pisos de la Plaza Mayor. Era un lugar oscuro, con estanterías cerradas y los libros bajo llave. Solo había una colección de unos 2.000 libros. El concepto biblioteca estaba obsoleto, “lugar donde se albergan libros”; en general la población que acudía se limitaba a escolares, algunos estudiantes y muy pocos adultos.
Un grupo reducido de estudiantes, junto con el alcalde, concejal de Cultura, la encargada de la biblioteca y un miembro destacado del pueblo, formamos el Consejo de la Biblioteca, marcando las directrices de su funcionamiento. Nos reuníamos una vez al mes y enviábamos las decisiones al Centro Coordinador de Valladolid para su validación.
¿Cómo influyó la expansión de Laguna de Duero a la afluencia a la biblioteca?
La biblioteca tuvo que adaptarse a ese gran aluvión y por ello nos trasladamos al Antiguo Hogar de Jubilados de la Caja de Ahorros Provincial. Allí las instalaciones estaban más acordes a las necesidades que teníamos y se encontraban a pie de calle, lo cual era una gran oportunidad para dar visibilidad a la biblioteca. El inicio de actividades de animación al libro y la lectura favoreció la atracción de nuevos usuarios que demandaban nuevos materiales bibliográficos. Se amplió la colección con una donación procedente de la empresa Calpisa, además de los lotes que recibíamos cada mes procedentes del Centro Coordinador de Bibliotecas.
¿Consideras que Laguna es un municipio lector?
Desde luego que sí. En la actualidad cuenta con unas 9.000 tarjetas de usuario de las Bibliotecas de Castilla y León, expedidas desde nuestra Biblioteca. Nuestra colección bibliográfica física está compuesta por cerca de 30.000 libros, 2.100 audiovisuales y materiales multimedia, más de 2.220 ejemplares de publicaciones periódicas y 66 audiolibros. Estamos, eso sí, aún lejos de cumplir con las “pautas sobre los servicios de las bibliotecas públicas”, que indican un mínimo de dos documentos por habitante.
¿Crees que el fomento de la lectura desde edades tempranas ayuda de cara al futuro?
La lectura es imprescindible para el desarrollo social y cultural desde la edad más temprana. Contribuye a que seamos mejores personas, a superar nuestros miedos y a desarrollarnos tanto cultural como socialmente.
¿Crees que ha cambiado la tendencia en cuanto a la lectura?
Claro que ha cambiado. La biblioteca se adapta a las necesidades de los usuarios, ofreciendo nuevos servicios en línea.
¿Qué mensaje le enviarías a los vecinos de Laguna de Duero para seguir dando importancia a la lectura?
Las bibliotecas son Centros de Información imprescindibles para la formación social y cultural del ser humano a lo largo de la vida. Su gratuidad permite el acceso a la cultura a toda la población, sin imponer ninguna condición.
No damos a las bibliotecas la importancia que se merecen: la misión de la biblioteca es proporcionar a sus usuarios, sin discriminación de ninguna clase, los materiales tradicionales (libros, publicaciones periódicas, audiovisuales, etc.) y los modernos servicios y soportes (multimedia, Internet…) que precisen para satisfacer sus necesidades.
