El presidente de la Asociación Taurina Virgen del Villar subraya que las fiestas contarán con encierros y capea como en otras ediciones, así como un encierro de mini bueyes como novedad.
Las fiestas de San Pedro Regalado son ya un evento más que consolidado en Laguna de Duero y para el que sus vecinos cuentan los días en el calendario. Este año las fechas “no pueden ser mejores”, según admite Roberto Castrodeza, presidente de la Asociación Taurina Virgen del Villar, que organiza los festejos en colaboración con el Consistorio. Castrodeza apunta que “al ser festivo el lunes comenzamos con eventos desde el viernes y al final son cuatro días de fiesta que prometen mucho”.
Como cada año, la asociación ha pensado en todo tipo de públicos y no olvida que a los más pequeños también les gusta disfrutar de sus propios festejos taurinos. Por ello, el viernes 10 tendrá lugar la primera actividad con el encierro de carretones a las 19:00 horas. “Lo hacemos en la calle peatonal Paseo del Duero para tener un mayor control de coches y que no haya peligro”, puntualiza.
Asimismo, los niños van a tener su oportunidad de correr junto a los toros durante todo el fin de semana, pues al finalizar el encierro del sábado 12 y del lunes 13, los carretones saldrán a las calles para hacer que los laguneros más jóvenes se sientan como auténticos corredores. Del mismo modo, los más mayores disfrutarán de los toros seleccionados esos mismos días tanto en las calles como en la plaza de toros durante la capea.
Castrodeza señala que lo más novedoso de este San Pedro tendrá lugar el domingo, cuando tanto niños como mayores podrán divertirse en el encierro de mini bueyes, donde cabestros de meses realizarán un paseo por el recorrido hasta llegar a la plaza, “donde se podrá acariciarlos y hacerse fotos con ellos”.
Roberto explica que la elección de los astados para los festejos no ha sido sencilla. “Nos hemos encontrado con precios desorbitados que nos hicieron plantearnos el solo comprar un toro en vez de dos, pero finalmente encontramos la fórmula”. Admite que esta subida de precios no solo se debe a la crisis en Europa y la subida en forrajes y piensos, sino que es “consecuencia de la pandemia”.
“Durante el Covid las ganaderías se vieron obligadas a sacrificar muchos animales, ya que no podían mantenerlos por falta de ventas, y de ellos es de quienes hubieran nacido los novillos de ahora. Entonces, al haber tanta escasez de novillos estos se venden a precios de toros, y los precios de los toros asustan”. Unas condiciones que ponen difícil la tarea de los organizadores de festejos, pero que tampoco mina sus esfuerzos por seguir luchando para que sus vecinos “pasen un buen fin de semana disfrutando de las actividades programadas por la Asociación, el Consistorio, las peñas y los bares, ya que estos días tienen mucha repercusión en Laguna también a nivel hostelero”.
