Después de que una pareja haya ocupado un bajo, los propietarios denuncian destrozos en las zonas comunes, además de ruidos, y se muestran intimidados, mientras que el Ayuntamiento señala que ya se está trabajando, junto con la Guardia Civil, para proceder al desahucio
Laguna de Duero continúa acusando problemas derivados de la ocupación ilegal de viviendas. Después de varios casos que han socavado la convivencia vecinal en la calle Maldonado, Comunidad de Cantabria o Las Huertas, un nuevo inmueble ha sido ocupado por una pareja del clan de ‘Los Píos’. En este caso se trata de un bajo ubicado en la calle San Juan Bautista, en el cuál convive ahora esta pareja, que tiene ya algunos antecedentes a la hora de acceder ilegalmente a viviendas vacías, como ya hicieran en La Cistérniga, tal y como apuntan fuentes cercanas al caso.
Después de varias semanas de ocupación, los vecinos del portal han mostrado «preocupación, indignación, miedo e impotencia», tras presenciar cómo estos recién llegados «han destrozado la cerradura del portal hasta en cuatro ocasiones, llevando a los vecinos a desistir a la hora de repararla, y a asumir el problema de inseguridad que genera esta situación». Los propietarios señalan que llamaron a la Guardia Civil al darse cuenta de que se había llevado a cabo la ocupación, si bien «no se pudo hacer nada» al estar ya dentro de la vivienda, donde, señalan, «se están llevando a cabo destrozos y hay mucho ruido y gritos que alteran la convivencia».
Los vecinos advierten que, tras la ocupación, hay presencia en el bloque y en la calle de otras personas que llevan a cabo «reuniones y fiestas» y también señalan que «hay venta de drogas» en el lugar. Algunos de estos propietarios han llegado a señalar que, en ocasiones, tienen «miedo» de acceder al portal de sus propias viviendas, ya que, «a menudo se reúnen distintas personas en la entrada al mismo, con actitudes intimidantes».
Desde el Ayuntamiento, el alcalde, Avelino Álvarez, ha señalado que conoce esta situación desde hace algunas semanas, cuando un vecino se lo notificó. «Es una familia que ya había ocupado otro piso, y pocos días antes de que se fuera a ejecutar el desahucio desaparecieron y entraron en este nuevo bloque», explica el primer edil, quien avanza que «se está trabajando para ver de qué manera se les puede sacar del portal». «Hemos hablado con la comandancia de la Guardia Civil para activar el protocolo de desahucio, y aunque no nos guste nada esta situación es cuestión de paciencia, pues se tienen que cumplir los plazos de acuerdo a la Ley», afirma Álvarez.