En Georgia buscará hacerse con el triplete nacional, donde sueña con poder llevar a su equipo a disputar competiciones europeas, algo que supondría “poner la guinda al pastel” en este tercer año enrolado en las filas del Dinamo.
Criado en la cantera blanquivioleta y embajador como pocos de su tierra, Laguna de Duero, Víctor Mongil, de 28 años de edad, arranca su tercera temporada enrolado en las filas del equipo georgiano Dinamo de Tbilisi. Una pasión, la del fútbol, que le obligó a emigrar pasando antes por varios equipos españoles, hasta llegar a jugar en la India o Georgia. Pese a ello, y de la mano de Miroslav Djukic, consiguió debutar con el primer equipo del Real Valladolid en una temporada de ensueño, donde consiguió el ascenso a primera división en aquel play off ante el Alcorcón.
El hambre de conseguir títulos sigue intacto en este joven vecino de la localidad, que ya suma un campeonato en Georgia con el Dinamo de Tbilisi y otros dos en la India con el Kolkata. Ahora, en su tercer año en el Dinamo, afronta la temporada “con algo más de ambición si cabe. Hace seis años que el club no logra ser campeón de copa, cuatro años campeón de la Supercopa, y sería algo muy bonito y especial poder lograr el triplete para el club. Si le sumamos poder llegar un partido de final para clasificación europea sería ponerle la guinda a este tercer año”.
Víctor ya es un ciudadano georgiano más, y reconoce que lo que más le gusta del país es la amabilidad de la gente. “Desde que llegué siempre he visto predisposición a ayudar, están en continuo crecimiento y la ciudad y el país quieren integrarse rápido y sentirse un país equiparado a los países importantes de Europa. Es una vida tranquila, hay mucha seguridad y te sientes protegido. Puedes ir a centros comerciales, cines, ir a comprar a grandes supermercados, darte un paseo por el centro o por la vieja Tbilisi…tienes restaurantes variados y la verdad que se hace una vida cómoda. Eso sí, es necesario entender y hablar inglés, al menos para salir del paso”. Pese a la hospitalidad del país de acogida, Mongil apunta que “al final España es España, y como España ningún sitio… al menos en mi opinión. Clima, comida, gente, lugares… realmente se aprecia más nuestro país cuando salimos fuera”.
En plena pandemia mundial, señala cómo en esa burbuja futbolística les realizan pruebas PCR cada tres días. Georgia, al igual que todos los países en el mundo, sufrió un fuerte impacto por la pandemia. “Es verdad que aquí en cuanto se puso la cosa algo más peligrosa tomaron medidas muy estrictas y eso ayudó a frenar, y ahora, por ejemplo, el país está algo más tranquilo y en varias zonas el uso de mascarilla no es obligatorio”.
En ese continuo viaje de idas y venidas por seguir viviendo del fútbol tuvo la oportunidad de irse a la India. “No me lo pensé, quería vivir esa experiencia y poder seguir sumando títulos, y salió maravillosamente. Pude sumar el año pasado dos títulos en un mismo año. Andrés Palop, que es una persona a la que tengo mucho cariño y aprecio me dijo una vez que cuando ganas un título y te sientes ganador de algo, se convierte en una obsesión en el futuro, y qué razón tenía”. En su tercer año en Georgia está en un equipo ganador, por lo que la presión por conquistar títulos es relevante. “El nombre del Dinamo Tbilisi lo tienes que llevar por volandas, sea partido amistoso o de competición, aquí es ganar un partido y tienes de tiempo de celebración lo que dure ese día, porque ya hay que estar pensando en el siguiente y ganar. Como un gran sabio dijo una vez: ganar, ganar, ganar, ganar y volver a ganar. Es ese gen competitivo el que te hace sacar lo mejor de ti mismo para seguir superándote”.
Corazón blanquivioleta
Pese a los kilómetros de distancia, Víctor no olvida sus orígenes, y siempre busca un hueco para seguir la liga española y en concreto al Real Valladolid. “Al final el fútbol me ha dado la oportunidad de tener amistad con muchos jugadores. Sigo al Pucela y espero que este año no sea sufrido y que ese proyecto tan importante de asentar al equipo en la máxima categoría llegue lo antes posible de cara a que pueda aspirar a algo más”.
A Laguna de Duero volverá si las condiciones lo permiten el próximo mes de diciembre. “Aquí en verano es cuando se juegan las previas de Europa y esperemos estar jugando mucho, sería buena señal”.