Geles Mata trabaja como jefa de operaciones para Lush, una empresa de cosméticos con principios éticos y ecologistas. Vive en Bournemouth, una ciudad que está perdiendo a cada vez más migrantes españoles a consecuencia del Brexit.
La lagunera Geles Mata emprendió rumbo a Reino Unido, sin pensárselo dos veces, por una decisión vital y con el único propósito de aprender inglés. Más de ocho años después, ha conseguido integrarse por completo, y se dedica actualmente a gestionar las ventas al extranjero en Lush, una empresa de cosméticos con base ecologista.
¿Qué te llevó a decidirte por vivir en Bournemouth?
Siempre había sentido curiosidad por vivir en otro país y conocer otras culturas, y tras el fallecimiento de mi padre pensé que necesitaba un cambio de aires. Me propuse aprender inglés a la fuerza. El lugar me daba igual, pero cuando vi, por azar, que Bournemouth era la ciudad más soleada de Inglaterra, no tenía más que pensar.
¿Cómo fueron tus primeros pasos allí?
Al llegar no sabía inglés, y eso me cerraba muchas puertas a nivel laboral. Empecé a trabajar en un local de comida rápida, hasta que me contrataron en una fábrica de jabones. Allí toda la producción se hacía a mano, y pude conocer a mucha gente y perfeccionar el idioma. Nueve meses más tarde me ofrecieron la posibilidad de trabajar como representante de atención al cliente para las tiendas de España y Portugal, lo cual fue un nuevo reto. Años después he tenido la oportunidad de trabajar con las tiendas de hasta veinte países, lo cual me ha enseñado mucho sobre las distintas culturas.
¿Cuáles son tus responsabilidades actuales?
Actualmente trabajo como jefa de operaciones para América Latina y Suiza. Algunas de mis funciones son coordinar la logística de productos con las tiendas en estos países, gestionar aperturas o lanzamientos de nuevos productos o revisar el marco legal de exportación o importación. Básicamente sigo todo el proceso desde que un producto se fabrica hasta que llega a la tienda, resolviendo cualquier inconveniente en el camino.
Lush es reconocida por sus recetas ‘éticas’ realizadas con componentes veganos y vegetarianos…
En efecto. Siendo sinceros hasta ahora no era consciente del daño que causa la industria cosmética al mundo animal, y hoy por hoy es una de las cosas que me enorgullecen de trabajar aquí. Es una compañía revolucionaria y se diferencia además por tener productos hechos a mano y no testados en animales, además de ser comprados de forma respetuosa para no causar un impacto social negativo o perjudicar el Medio Ambiente, favoreciendo el comercio justo y las iniciativas comunitarias.
¿Qué ventajas has encontrado en tu vida allí?
Mi estancia aquí sigue siendo puro aprendizaje. Bournemouth es una ciudad multicultural y hay ciertas experiencias que te hacen más fuerte y te permiten aprender de uno mismo. Mi primera lección fue no hacer caso a toda la gente que te dice que no vas a conseguir tus metas. Debes vivir tus propias experiencias y después juzgar. Este lugar me ha enseñado mucho sobre el respeto a los demás, es una comunidad honesta y hay mucho voluntariado. Profesionalmente también me ha dado una gran oportunidad, y tiene toda la diversión de las ciudades universitarias, además de estar rodeada de naturaleza. Como desventaja diría que la vida aquí es muy cara si la comparamos con otras ciudades, es lo que tiene vivir en el “Benidorm” de Inglaterra (ríe).
¿Sigue siendo un reclamo para los jóvenes españoles?
Está lleno de españoles; son muchos los que han venido a buscar oportunidades de trabajo, a estudiar o simplemente a pasar un buen verano mientras mejoraban su ingés. Desafortunadamente esto está cambiando debido al Brexit. Ahora ya no te dejan venir aquí a trabajar si no tienes una visa o una empresa que te respalde.
¿Cómo te ha afectado el Brexit personalmente?
Tuve que pedir la residencia para poder seguir viviendo aquí. También se nota a la hora de hacer envíos con España: ya no es tan fácil, los impuestos se han disparado en importación y exportación y existen productos “prohibidos”. Actualmente me estoy planteando pedir la ciudadanía porque tal vez pueda abrirme algunas puertas el día de mañana.
¿Cómo te planteas tu futuro a medio plazo?
Llevo años con la idea de volver a España, aunque es una decisión que me está resultando difícil. Estoy muy contenta aquí y no me siento preparada para decir adiós a todo esto. Sin embargo a medio plazo me planteo volver para pasar más tiempo con mi familia y amigos de toda la vida, y trabajar en un puesto similar al que tengo aquí. A largo plazo nunca se sabe lo que el futuro puede brindar, estoy abierta a cualquier oportunidad, sea o no en España.
¿Qué es lo que más echas de menos en general?
Cualquier español echa de menos el tiempo y la comida, aunque lo que más me cuesta acostumbrarme es a no tener a mi familia y amigos. De Laguna echo de menos tener a mi gente a pasos de distancia, los paseos por el lago y ver las terrazas llenas de caras conocidas.