Plantean utilizar tres aulas vacías del instituto junto con la instalación de aulas prefabricadas, las cuales podrían ser ubicadas en el patio del centro, un terreno o el polideportivo El Cascajo, con el beneplácito del Ayuntamiento.
Los alumnos de bachillerato del IES María Moliner continúan luchando para recuperar su horario lectivo por las mañanas. Ante la continuidad de sus clases por las tardes, algunos de ellos se han dirigido de nuevo a la Dirección Provincial de Educación, a través de un comunicado, con el objetivo de exponer dos soluciones a la hora de recuperar el horario de clase matutino «respetando en todo momento las medidas de seguridad adoptadas por el protocolo Covid-19.
Los alumnos afirman estar apoyados «por sus familias, por el AMPA, por el Ayuntamiento de Laguna de Duero, por las Juventudes Socialistas, por la Delegación del Área de Bienestar Social, Juventud y Educación de Laguna de Duero, por el Sindicato de Estudiantes de Castilla y León y por 45 profesores del centro», y afirman que el pasado 5 de octubre mantuvieron una reunión con el director del centro, Javier Román Gómez. En dicha reunión, señalan que fueron informados de que en el centro existen tres aulas que no están siendo ocupadas.
Según el director, «estas aulas, cumpliendo con las normas de seguridad, podrían alojar en dos de ellas 18 alumnos y en una 16. También se concreta que se podrían alojar en el patio del instituto tres aulas prefabricadas». Tras este encuentro, los dos portavoces de alumnos, junto con una representante del AMPA y una representante de las familias, se reunieron con el alcalde de Laguna de Duero, Román Rodríguez de Castro, para preguntar sobre los espacios que podría ofrecer para intentar alojar a los alumnos en horario lectivo de mañana, manteniendo siempre las normas de seguridad.
Según afirman, el alcalde les ofreció «el patio del Cascajo, donde se podrían ubicar las cuatro aulas prefabricadas, además de poder utilizar el Salón de Actos y otra aula más pequeña. También ofreció el descampado que hay frente al instituto, donde se podrían alojar cuatro aulas prefabricadas, comprometiéndose a allanar el terreno para la instalación de las mismas».
Por todo ello, los alumnos solicitan dos soluciones. Una de ellas consiste en la utilización de las tres aulas no ocupadas del IES con capacidad para 16 alumnos en cada aula, para materias optativas, además de la instalación de tres aulas prefabricadas en el patio del IES con capacidad para 56 alumnos de 2º Bachillerato, junto con la Instalación de cuatro aulas prefabricadas en el terreno que cede el ayuntamiento y que se encuentra enfrente del IES, con capacidad para 90 alumnos de 1º de Bachillerato.
«Sabemos que esta disposición del terreno junto al IES sería una excepcionalidad, pero comprendemos que ante la situación excepcional por la que estamos pasando, las soluciones también deben ser excepcionales», consideran los alumnos.
La segunda solución propuesta consiste en la utilización de las tres aulas no ocupadas del IES con capacidad 16 alumnos en cada aula, para materias optativas, además de la instalación de tres aulas prefabricadas en el patio del IES con capacidad para 56 alumnos de 2º Bachillerato y de la instalación de cuatro aulas prefabricadas en el patio del Cascajo, cedido por el Ayuntamiento, con capacidad para 90 alumnos de 1º de Bachillerato. En este caso, también se podría utilizar, según los alumnos, el salón de actos y el aula de pintura, precisando de menos aulas prefabricadas, y existiendo en este caso aseos y toma de luz.
«Con cualquiera de estas 2 soluciones, la Consejería únicamente tendría que poner como máximo siete aulas prefabricadas, con lo que se habría rebajado en tres la petición inicial de diez aulas prefabricadas. Necesitaríamos que nos proporcionasen los datos exactos de las dimensiones de las aulas prefabricadas y el número de alumnos que podrían ocuparlas respetando en todo momento las distancias de seguridad exigidas por el protocolo COVID», afirman los alumnos.
«Creemos que estas 2 soluciones serían totalmente viables para que los alumnos de Bachillerato pudieran compaginar sus estudios con su vida deportiva, cultural, familiar y social como se venía haciendo hasta ahora y que como venimos comentando durante todo el escrito, se respetarían las medidas de seguridad del protocolo COVID», concluyen en su comunicado.