Las concejalas de Cultura y Nuevas Tecnologías, Lucía Castro e Isabel Pérez, han inaugurado este espacio, que está equipado con cinco nuevos ordenadores y una mesa de trabajo, para lo que se ha realizado una inversión de alrededor de 5.000 euros
Con el objetivo de continuar modernizando los distintos espacios municipales, el Ayuntamiento de Laguna de Duero ha inaugurado este miércoles la nueva sala multimedia de la Biblioteca Municipal. Esta estancia, que fue almacén y zona de cuarentena para los libros durante la pandemia, ha pasado a ser un lugar amplio y «bien iluminado» en el que los usuarios puedan disfrutar del acceso a internet para realizar trabajos. Para cortar la cinta roja y estrenar los nuevos terminales, han asistido a la cita las concejalas de Cultura y Nuevas Tecnologías, Lucía Castro e Isabel Pérez, promotoras de esta iniciativa.
Castro ha explicado que uno de los servicios que tiene que dar una biblioteca es el acceso a internet, «y aunque lo cubríamos con el Wifi, aquellas personas sin ordenador o tablet no podían acceder», de tal forma que con esta actuación el Consistorio ha querido «dar un lavado de cara a este espacio, cambiando los terminales viejos -de principios de los 2000- y ya obsoletos, por cinco nuevos», para lo que se ha realizado una inversión de alrededor de 5.000 euros. Asimismo, la edil ha señalado que otra de las características de la estancia es que cuenta «con una mesa de trabajo, algo que nos demandaban mucho, y que facilita a los jóvenes el poder hacer trabajos en grupo o incluso reunirse para jugar a juegos de mesa».
Del mismo modo, ha señalado que estos ordenadores «no tienen un acceso libre a todo tipo de páginas, sino que se ha llevado a cabo un protocolo informático por el que se han capado aquellas webs de contenido inapropiado o juego online, entre otras». Según ha apuntado, los usuarios reciben unas normas al darse de alta, y para comenzar a usar los ordenadores se les asigna un código. «Estos cifrados tienen una duración de 55 minutos, y el propio sistema te va avisando del tiempo que te queda. En caso de que el tiempo acabe y se quiera alargar, siempre que no haya nadie esperando, se les asignará un nuevo código». Además, para el control de posibles usos indebidos, los responsables de la biblioteca llevarán un registro en el que se apuntará el número de lector, es decir, el que aparece en el carnet de biblioteca, así como el código que se le asignó al usuario para utilizar el terminal.
Tanto Castro como Pérez han hecho hincapié en que la idea es que «este espacio sea una sala polivalente», y ya tienen en mente continuar con las mejoras en el futuro, ampliando la zona de trabajo y cambiando el mobiliario, ya que según han concluido, «las bibliotecas son espacios vivos y hay que ir avanzando en ellos».
