Después de 35 años entregado a este deporte, el histórico presidente del Club de Pelota se retira de la directiva para dar paso a “nuevos aires” que continúen su legado “haciendo crecer el frontenis en la localidad”.
El Club de Pelota de Laguna de Duero tiene nombre y apellido, y ese no es otro que Andrés Ramos Pérez. Con la pelota mano como parte de su naturaleza y toda una vida ligado a este deporte, cuando Andrés aterrizó en Laguna lo hizo con ganas de comenzar una nueva andadura, y fue el amor que había transmitido a su hijo por la pelota lo que hizo que su vida se uniera para siempre a ella, ya que junto con otro par de amigos, dio vida a la Escuela de Pelota, que más tarde se convertiría en el actual Club Pelota de Laguna, al que ha estado vinculado durante 35 años como entrenador y presidente.
Andrés explica que, en sus inicios, este club contaba con las modalidades de pelota mano y pala argentina. Sin embargo, con el tiempo se dieron cuenta de que la primera de estas disciplinas estaba perdiendo adeptos en la comunidad, y cada vez había menos competición. “Nosotros siempre competimos a nivel nacional, y en esos últimos años teníamos que traer jugadores de Navarra o La Rioja para completar las fichas, y para ello había que pagar un precio muy alto y no teníamos tantos medios”, revela. De este modo, dejaron la pelota a un lado y se centraron en el frontenis, donde no han dejado de trabajar y crecer para, en la actualidad, contar con más 40 deportistas que compiten a nivel de escuela, así como en la División de Honor y en Primera regional y nacional. “Eso sin contar que hemos formado desde niños a seis campeones de España, un subcampeón de Europa y un subcampeón del mundo”.
Pero para llegar hasta donde están ahora el camino ha sido una gran batalla, pues, para empezar, las primeras contiendas se centraron en conseguir un frontón cubierto donde poder entrenar. “Con el clima que tenemos muchas veces no podíamos entrenar en el que hay junto a la piscina, y teníamos que ir al polideportivo Pisuerga y pagar para poder practicar. Además, para jugar allí los partidos oficiales pagábamos más de 20.000 pesetas, así que después de ocho años dando guerra conseguí que nos hicieran el frontón cubierto en el pueblo”.
Un lugar que desde entonces ha acogido cientos de encuentros, y hasta es una de las localizaciones del Campeonato Nacional de Frontenis que el propio Andrés originó -junto con un entrenador de Tenerife y otro de un pueblo de Toledo- y que este año ha cumplido la mayoría de edad acogiendo durante cuatro días 115 partidos y 90 jugadores de toda España.
Treinta y cinco años de entrega, lucha, anécdotas y mucha pasión son los que avalan al presidente del Club Pelota de Laguna, hoy registrados en una placa instalada por el Consistorio que le dedicó recientemente un acto en presencia de las autoridades municipales. Dicha placa permanecerá para la posteridad en el mismo frontón que tantas alegrías le ha dado y le seguirá dando, ya que, aunque deja su cargo en la directiva, Andrés asegura que “la pelota siempre va a estar presente en mi vida y ayudaré orgulloso al club en todo lo que pueda hasta que la edad me lo permita”.