Una historia de pasión, dedicación y magia para el día más especial de tu vida
Tras cada boda perfecta, hay una historia. Y tras Agrabah Wedding Planner, hay una mujer con un sueño claro desde la infancia: crear momentos inolvidables, ella es Cristina.
Desde pequeña, jugaba a casar a sus muñecas, usaba sábanas como vestidos de novia y organizaba ceremonias delante de sus peluches. Su amor por las bodas no era un juego: era una vocación. Hoy, esa niña soñadora se ha convertido en una wedding planner apasionada, detallista y profundamente entregada a cada historia de amor.
“Soy fiel creyente del amor. Del de verdad. De ese que se basa en el respeto, la confianza, la complicidad”, confiesa. Y eso se refleja en cada boda que organiza, donde cada elemento está pensado para transmitir la esencia única de cada pareja.
No solo organiza bodas. También ha preparado comuniones, bautizos, cumpleaños sorpresa y todo tipo de celebraciones. Desde decorar un candy bar hasta coordinar cada proveedor, lo hace todo con un enfoque personalizado, discreto y eficaz. “Soy un ninja del amor”, dice. Nadie nota cuándo está trabajando, pero cuando llega el día señalado… el resultado es simplemente ¡WOW!
La magia de cada detalle
Agrabah Wedding Planner tiene un estilo diferente, porque cada pareja es única. Se adapta, escucha, acompaña. “Mi estilo es hacerlo desde el corazón. Me implico como si fuera mi boda. Soy su wedding planner, pero también su amiga.”
Cada boda es especial, y así la vive. Aunque haya organizado muchas, los nervios del gran día nunca desaparecen. Y es que el amor que pone en su trabajo se nota. Le emociona conocer a las parejas, escuchar cómo se conocieron, cómo fue la pedida, cómo imaginan su boda. Para ella, cada historia merece ser contada a través de cada detalle del evento.
Organización impecable, cercanía total
Su método es claro: organización desde el minuto cero. Preguntas, llamadas, todo apuntado, todo controlado. Lleva una carpeta con cada detalle. Si hay imprevistos, los novios ni se enteran. Para ellos, todo fluye. Para ella, es el resultado de una dedicación silenciosa pero total.
Además, trabaja con proveedores de confianza, pero sin exclusividad. Se adapta a las necesidades de cada pareja, e incluso colabora con compañeras wedding planners de todo el país. Está dispuesta a desplazarse y hacer realidad bodas en cualquier rincón de España.
¿Y el nombre? Agrabah. Un guiño a su infancia y al universo de Disney. “Es un regalo a mi niña interior, que siempre soñó con organizar bodas. Ahora lo ha conseguido. Esto no solo es un sueño, es una meta”.
Su consejo para los futuros novios:
Que sean ellos mismos, que disfruten del proceso, que pidan ayuda si la necesitan, y que el día de la boda solo piensen en ellos. “La boda es vuestra, decidís vosotros. ¿Quién te puede ayudar? Tu vecina Cristina de Agrabah Wedding Planner.
