La falta de pruebas en el calendario nacional ha impedido sobresalir a este joven ciclista como le gustaría, ya que reconoce que “con un una temporada reducida, en las 10 o 12 carreras programadas había que dar el 100% para que un buen equipo llame a tu puerta”, como así ha sido.
Empezó con el deporte de la bicicleta hace ya nueve años y desde entonces no ha parado en su empeño de poder alcanzar su sueño. Daniel Cavia, joven ciclista de Laguna de Duero, se ha proclamado recientemente campeón de España de velocidad por equipos junto a Castilla y León. “Me inicié primero en el fútbol y cuando no llevaba ni medio año ya sabía que el ciclismo era lo que me gustaba. Mi padre, corredor y aficionado a este deporte, siempre me incitó a esta afición saliendo a hacer alguna ruta junto a él, hasta que finalmente me decidí a competir. Empecé haciendo duatlones, y acabe decantándome por el ciclismo”.
Sus primeros pasos a nivel competitivo los hizo portando el maillot del equipo Tinlohi, donde militó hasta su primer año de juveniles. “Desafortunadamente el año pasado desapareció al no haber corredores suficientes. Es una pena que aquí en Valladolid sí que haya gente, pero prefieran irse fuera. Actualmente milita en las filas del equipo leonés Team Atra-sport LPS-forestal Bembibre, donde reconoce que se encuentra “encantado”. “Hay muy buen ambiente y eso se traduce en el trabajo en equipo”.
En este año, último concurriendo como juvenil, suele ser una temporada donde los principales equipos amateur y élite buscan a las mejores promesas del ciclismo para ficharles en sus canteras. Cavia reconoce que la falta de pruebas “ha dificultado el poder sobresalir. Hemos tenido que preparar el año más de lo que pensábamos, y somos conscientes que con un calendario reducido, en las 10 o 12 carreras programadas había que dar el 100% para que un buen equipo llame a tu puerta”. Reconoce que ya tiene hablado su firma con un equipo puntero en el País Vaso, aunque aún no disipa las dudas a espera de que se confirme de manera oficial y termine la temporada.
En su corta carrera como ciclista ha conseguido varios campeonatos de renombre, aunque ninguno tan especial como el campeonato de España Infantil. “Quizás no tenga tanta importancia como el que poseo ahora en juveniles, pero fue un día muy especial que compartí con todos los compañeros, padres y miembros de la selección”, afirma.
Este año se ha proclamado campeón nacional en velocidad por equipos junto a sus compañeros de la selección regional. “Teníamos pensado disputarla y éramos conscientes de que teníamos buen equipo. Bien es cierto que no lo habíamos preparado ningún día dado las actuales condiciones sanitarias. Aun así llegamos allí muy confiados y con ganas. En las clasificatorias pasamos segundos por detrás de País Vasco, pero sabíamos que en la final podíamos hacerlo mejor, y así fue”. En sus idas y venidas con la carretera y la pista, reconoce que principalmente se dedica a la carretera, “pero lo compagino con la pista porque en pretemporada se realiza la Copa de España, y para la preparación viene muy bien. Este año los campeonatos se aplazaron mucho, y los preparé bien. Estuve en la preselección de la española de cara al europeo, ya que había hecho buenos puestos en la Copa siendo cuarto, lo que fue una gran alegría”.
Sobre su futuro, cuenta entusiasmado que aspira a correr en un equipo profesional de carretera. “La pista la seguiré practicando a modo de preparación, pero todo enfocado a la carretera. Esta temporada los objetivos están cumplidos, ya que no me marqué ninguna meta, solo hacerlo bien, ya que el calendario estaba condicionado por el Covid-19. En ruta en la Copa de España estuve quinto, hasta hace poco”, aclara.
Cavia no es solo un ciclista sobresaliente sobre dos ruedas, sino también en los estudios, donde cursa por primer año ingeniería informática. “Sacrifico muchas horas, aunque soy un poco desastre a la hora de organizarme. Tengo muy claro lo que quiero, que es seguir compitiendo y seguir formándome profesionalmente, y para ello sé que tengo que sacrificar horas de mi vida social. Es algo que quiero y por eso me cuesta menos”.
Cuando arrancó el estado de alarma, Cavia apunta cómo “fue una decepción muy grande para todos. Este año me veía muy bien y sabía que era una temporada clave, aunque siempre estuve motivado gracias también a mi preparador Noel Martín”. De cara al próximo año, en un primer año de sub23, subraya que quiere aprender, “saber cómo se corre para de cara al segundo año poder despuntar y conseguir alguna victoria”. Laguna de Duero ha sido cuna de buenos ciclistas, así que esperamos poder volver a ver pronto destacar a este joven ciclista, que se maneja bien en la montaña y en grupos reducidos.