En un comunicado señalan que “las fuertes lluvias de los días 20 y 21 de enero produjeron una notable variación de las características del agua de entrada a la potabilizadora, que aumentaron mucho la turbidez y la materia orgánica. Esto, unido a la baja temperatura del agua, 4,5ºC, provocó que la potabilizadora no funcionara correctamente”.
El Ayuntamiento de Laguna de Duero ha querido salir al paso tras las diversas quejas de vecinos en relación con la turbidez del agua potable. El Consistorio, mediante un comunicado, ha alegado que “a causa de las lluvias de la semana pasada, durante la noche del 20 al 21 de enero, se produjo una notable variación en las características del agua de entrada a la planta potabilizadora, aumentando mucho la turbidez y la materia orgánica. Esto unido a la baja temperatura del agua, 4,5ºC, provocó que la Potabilizadora no funcionara correctamente y el agua con un tratamiento deficiente pasó a los depósitos y de ahí a la red de abastecimiento”.
Desde el Consistorio reafirman que, “ante esta situación, se procedió a modificar los procedimientos de tratamiento del agua adaptándolos a las nuevas circunstancias. Esta tarea no fue sencilla, porque con las características que tenía el agua de entrada, su potabilización resultaba complicada. Se consultó con los fabricantes de los productos utilizados en el tratamiento y, tras diversas pruebas de laboratorio, se realizó el tratamiento adecuado y el agua potabilizada volvió a ser apta para consumo humano. A pesar de regularizar el tratamiento en la Potabilizadora, el agua que había en los depósitos y en la red de abastecimiento no podía considerarse apta, por lo que se procedió a la limpieza de la red, lo que provocó que, en las zonas donde se estaba limpiando, el agua saliese más turbia aún, esta situación se produjo en momentos puntuales y no de forma continua”.
Por último, apostillan cómo “el vaciado y limpieza de la red y los depósitos necesita varios días para realizarlo de forma adecuada y, posteriormente, la red necesita algunos días más para estabilizarse y volver a la situación normal. Una vez realizadas las operaciones descritas se espera que el problema esté solucionado y, en breve, el abastecimiento de agua vuelva a ser el adecuado. No se ha procedido al corte de suministro ni a la prohibición del consumo de agua porque la misma ha estado en todo momento desinfectada adecuadamente, por lo que su consumo no suponía riesgo para la salud, mientras el agua estaba clara, incluso su consumo accidental cuando presentaba altos grados de color y turbidez no implicaba riesgos para la salud”.