El Consistorio da luz verde a una tasa «impuesta» por Ley que emana del europarlamento, cuya implantación es obligatoria para todas las entidades locales a partir de 2025, y que cubrirá el coste de un servicio cuyo gasto estimado asciende a los 1.278.597,60 euros en Laguna
El pleno ordinario del Ayuntamiento de Laguna de Duero de septiembre sirvió, entre otros puntos, para aprobar inicialmente la ordenanza fiscal que regulará la tasa de basuras que entrará en vigor en 2025 en todas las entidades locales del Estado. Con esta aprobación se cumple la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, la cual obliga a los Consistorios a la creación «de una tasa específica, diferenciada y no deficitaria, que permita implantar sistemas de pago por generación y que refleje el coste real, directo o indirecto, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos, incluidas la vigilancia de estas operaciones y el mantenimiento y vigilancia posterior al cierre de los vertederos, las campañas de concienciación y comunicación».
Dicha Ley, que obedece al principio de «quien contamina paga», a su vez, refleja la Directiva Europea (UE) 2018/851 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de mayo de 2018 y la Directiva Marco de Residuos 2008/98/CE del Parlamento Europeo y del Consejo.
Dado que la tasa -que no existía en Laguna de Duero en este momento, tras ser derogada en 2015, no puede ser deficitaria, ha sido preciso repercutir en ella íntegramente el coste neto de estos servicios que asciende, según los datos extraídos de la tesorería del Ayuntamiento de Laguna de Duero, a 1.278.597,60 de euros.
El portavoz del gobierno y Concejal de Hacienda, Juan Carlos Rodríguez, explicó que «los costes del servicio han sido calculados por la administración tributaria a través de tesorería». «Se va a analizar la posibilidad de hacer bonificaciones fiscales por diversas razones, siempre que no generen desequilibrios, dado que la Ley establece que quien más contamina más paga», añadió, explicando que «se van a seguir los plazos oportunos, primero debemos aprobar el reglamento y ahora quien lo desee puede hacer las alegaciones correspondientes en un plazo de treinta días hábiles». «Vamos a realizar campañas de concienciación, esto solo es una aprobación inicial para cumplir con la Ley, que al final es una imposición, pero queda mucho trabajo por delante, tendremos que empezar a elaborar un padrón, resolver alegaciones y ajustar todo al estudio realizado», apuntó, incidiendo en que «esta ordenanza va a estar viva bastante tiempo».
Desde el Grupo Socialista, se criticó que «la tasa de basuras, tal y como está planteada, va a suponer una doble imposición para los vecinos, ya que se repercutía en el IBI, por lo que vamos a pagar el doble que con la antigua tasa, y todo por decisión municipal». «Además, carece de cualquier tipo de bonificación y no es progresiva, sino que beneficia a quienes más deberían aportar». «Los vecinos de Valladolid capital pagará menos dinero por este servicio», apostillaron.
Por su parte, desde IU-Podemos, Eva Diez justificó su voto en contra argumentando que «la ordenanza no refleja la directiva europea, debe abordar la contaminación y se ha tramitado sin contar con la oposición ni con la sociedad civil». «Se ha hecho con prisas, tarde y mal, proponen una tasa huérfana sin previsión ni campañas de concienciación ni medidas, no estamos a favor de las formas», agregó.
Desde Por Laguna de Duero, Gemma González se mostró en contra de la aprobación de esta ordenanza, señalando que «el gobierno local aprovecha para aplicar una tasa desproporcionada, y esta no debe tener un perfil confiscatorio». Además, indicó que «el servicio no va a ser mejorado» y que «esta tasa de basuras debería haber tenido un camino más amplio de información».
En respuesta, desde el gobierno local, Juan Carlos Rodríguez explicó que «parte de la oposición alega que no les tenemos en cuenta, pero sí les tuvimos en cuenta para la elaboración del PGOU y después no lo votaron a favor, esa es su dinámica». Asimismo, agregó que «si hablamos de agravios comparativos, en Valladolid los vecinos van a pagar muchísimo más en el IBI».
Finalmente, la ordenanza salió adelante con el voto en contra de PSOE, IU-Podemos y Por Laguna de Duero, y con el voto a favor de PP, IL y VOX. En el caso de este último partido, este señaló que votó a favor «porque el incumplimiento de la Ley traería graves consecuencias para el municipio, aunque estamos en contra de esta Ley»; una postura que este grupo remarcó al presentar una moción en contra de la propia «imposición» de esta tasa de basuras.
Se mantienen el resto de impuestos y tasas
En el pleno también se aprobó inicialmente la modificación de la ordenanza reguladora del Impuesto de Bienes Inmuebles para «mejorar» el articulado de algunas sus bonificaciones, si bien se mantiene el mismo gravamen de 0,5277, definido «muy por debajo de la media nacional y autonómica, que se encuentra en 0,6144 y 0,6122 respectivamente», según indicó el gobierno local. En este punto, se mantienen todas las bonificaciones hasta la fecha -incluyendo la del 50% a la cuota impositiva durante los tres años siguientes a la instalación de placas solares-.
En relación a las propuestas de reducir el IBI a consecuencia de la implantación de la tasa de basuras, lanzadas desde la oposición, desde el ejecutivo local se señaló que «no hemos subido el IBI cuando han subido muchísimo los costes de muchos servicios aplicados, como el de basuras precisamente». «Si hiciéramos cálculos no solo no tendríamos que bajar el coeficiente, sino además subirlo. Si rebajamos ahora el IBI sin saber lo que vamos a ingresar por la tasa de basuras estamos comprometiendo el presupuesto y condenando el servicio a una importante merma de su calidad», puntualizó Rodríguez.
Finalmente, la modificación de la ordenanza del IBI salió adelante con el voto a favor de PP, IL, VOX y Por Laguna de Duero, y con la abstención de IU-Podemos y el voto en contra del PSOE. Asimismo, se modificaron otras ordenanzas como la del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica o la de las Piscinas Municipales, si bien en estos casos tampoco se modificaron las cuotas, sino que simplemente «se mejoró el articulado para optimizar la gestión», y en estos dos casos todos los grupos políticos votaron a favor por unanimidad.