El lagunero Diego González Fernández -Graduado en Fisioterapia y en Ciencias de la Actividad Física- explica en qué consiste esta lesión y cómo actuar cuando la sufrimos
Las hernias discales se tratan de una lesión muy extendida en la sociedad. Todos conocemos a alguien que, por desgracia, tiene una o más de una. Las hernias discales se producen cuando el núcleo interno de un disco protruye hacia el exterior y los anillos fibrosos del disco sufren daño. Puede deberse a compresiones mantenidas, malos hábitos en la carga del peso, sobreesfuerzos, traumatismos o simplemente por degeneración con la edad.
En clínica me encuentro con pacientes que tienen adquiridas falsas creencias sobre ellas y creo que debemos conocer la verdad y desmontar ciertos mitos, para que si nos diagnostican una hernia no cunda el pánico:
1. Una hernia discal no es para siempre
El 70% de las hernias se reabsorben, solas o con tratamientos conservadores como ejercicios de fuerza, control motor y movilidad, permitiendo una calidad de vida plena sin dolor ni incapacidad, sin pasar por quirófano.
2. La hernia discal no tiene por qué ser la causa de tu dolor crónico
Mucha gente tiene hernias y no lo saben hasta que, tras una revisión casual, se encuentra la presencia de las mismas. Esa hernia estaba ahí, en semanas que había dolor y semanas que no, hay gente que tiene hernias y nunca llegan a presentar dolor. Por lo que la presencia de una hernia no es causa directa de dolor, ni va a hacer que ese dolor que tienes en la espalda de vez en cuando se quede de por vida por el hecho de que se haya encontrado una hernia recientemente.
3. Con una hernia puedes levantar peso
Es evidente que con dolor tendremos miedo a coger peso, pero hay que afrontar los miedos y fortalecer la musculatura de la espalda para poder llevar una vida normal, siempre guiado y pautado por un profesional que guíe cómo activar los músculos que estabilizan la columna y minimizarán el dolor y conociendo estrategias que permitirán evitar agravios, permitiendo una mejor tolerancia a cargar peso.
4. Evita el reposo y dejar de moverte
Hay que mejorar las capacidades de los tejidos de soportar carga, el reposo va a provocar más debilidad en la espalda, mayor rigidez y menos movilidad y eso agravará el problema.
Si te gusta cualquier deporte como correr, bici, tenis… no lo dejes, quizá debas complementar tu entrenamiento con ejercicios específicos a mayores, pero una hernia no significa el final de tu vida como deportista. Si te encuentras en un brote agudo de dolor, trata de moverte dentro de las posibilidades, como mínimo camina, acude a un profesional que te eduque sobre el comportamiento del dolor, que paute un plan de trabajo y el dolor se irá desvaneciendo y podrás volver a tu vida normal.
5. La cirugía no es la primera opción, ni la mejor, ni la única
Solo es recomendable acudir al quirófano si se ha perdido el control de los esfínteres, cuesta caminar, es imprescindible la medicación para pasar el día sin dolor intenso y los abordajes mediante fisioterapia y ejercicio no han funcionado.
También anticipo que, muchos pacientes, tras pasar por quirófano, continúan con sus dolores, porque la hernia no era causa del dolor, como comenté en el punto 2. Se estima que más del 90% de las hernias no son susceptibles de necesitar cirugía.
6. Aún con una hernia, puedes “doblar” la espalda
La sensación de incapacidad para flexionar la columna suele ocurrir en los episodios de dolor agudo. Esa sensación se puede prolongar durante años si no se ataja el problema. Mediante una rutina de ejercicios y educación del dolor se puede revertir la situación. Como comentaba en el punto 4, el miedo al movimiento atrofia la musculatura, acelerando el desacondicionamiento, lo que genera más dolor: es la pescadilla que se muerde la cola.
Aunque muestre la cara amable de las hernias, hay que reconocer que en torno al 10% de los afectados les crea una gran incapacidad, dolor en el día a día, largas bajas laborales, tratamientos ineficaces que bajan el estado de ánimo del paciente y generan desesperación y desamparo.
Solo quiero hacer ver que si eres diagnosticado de una hernia no sientas que el mundo se te cae encima, porque la gran mayoría se superan con éxito si son atajadas a tiempo de forma correcta por un profesional sanitario.