8 de diciembre de 2024
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Juan Antonio Gamazo, el aristócrata que logró afianzarse entre las élites financieras a nivel internacional

Boecillo

22 de febrero de 2022

El heredero de Germán Gamazo obtuvo el favor de Alfonso XIII, convirtiéndose en el primer Conde de Gamazo, y gracias a su alianza con Marta Arnús amplió si cabe su red de influencia económica y política, alcanzando el cargo de gobernador del Banco de España y profundizando en su carrera en el Congreso.

La ambiciosa carrera económica y política familiar, años antes emprendida por el boecillano Germán Gamazo, llegó a su zenit de mano de su hijo, Juan Antonio Gamazo y Abarca. Nacido en Madrid en 1883, el único heredero de Germán supo utilizar las redes de poder e influencia existentes y las riquezas patrimoniales para seguir alcanzando cotas de poder a nivel nacional hasta límites insospechados. Abogado de profesión, Juan Antonio Gamazo amplió sus estudios en Alemania y Deusto, y potenció sus influencias gracias a su matrimonio con Marta Arnús Gallón. Sobrina del marqués de Comillas, Arnús pertenecía a una de las familias más adineradas de Barcelona, vinculada a la banca y a grupos de importancia económica como los Güell o los Ferrer. De alguna manera, el proceso de ennoblecimiento iniciado por su padre se materializaba en un enlace que supondría el nexo perfecto entre burguesía y aristocracia.

Tras el fallecimiento de Germán Gamazo, en 1901, Juan Antonio heredó un importante patrimonio agrícola, vitivinícola y ganadero en Boecillo -se dice que llegó a poseer la mitad del municipio- entre el que se encontraba la vivienda familiar, construida en 1892. Al igual que su padre, Juan Antonio continuó invirtiendo en la industria ferroviaria año tras año, y además de beneficiarse del negocio de las rentas hipotecarias llegó a convertirse en un gran visionario empresarial e inversor de la época.

Así, años después llegaría a desempeñar el cargo de gobernador del Banco de España -entre febrero y agosto de 1930- así como el de director de RENFE y el de presidente de Tabacalera en Filipinas. Estos cargos son solo un ejemplo de las ambiciones empresariales de Juan Antonio, quien centró sus inversiones en sociedades eléctricas, textiles o de construcción. El empresario tenía la vista puesta en el sector terciario, los transportes y la banca, y llegó a invertir en grupos financieros como la Compañía General del Corcho, la Compañía de Tabacos de Filipinas, el Bando Hispano Colonial, Ferrocarriles Andaluces o la Compañía Hispano-Americana de Electricidad. De esta manera, se dice que se erigió como uno de los capitalistas más fuertes del país.

En el plano político, Juan Antonio militó en la facción Maurista del Partido Conservador, y se convirtió en diputado en 1909, por el distrito orensano de Valdeorras (Orense). En adelante, se presentaría a los comicios como parlamentario del distrito electoral de Medina del Campo, feudo familiar que ya había sido ocupado anteriormente por su padre. Así, ocupó dicho cargo en varios comicios distintos. Monárquico convencido, ayudó a Alfonso XIII en su exilio, y fue uno de los fundadores de Acción Española y Renovación Española. Se presentó bajo estas siglas a las últimas elecciones antes de la Guerra Civil, saliendo elegido como diputado por Valladolid en 1936.

El favor de Alfonso XIII

El hito más importante en la vida de Juan Antonio Gamazo fue su ennoblecimiento con el título de Conde, el cual fue otorgado a creación de Alfonso XIII, quien veía en Juan Antonio un apoyo clave a nivel político. El 22 de junio de 1909, Juan Antonio y Marta se convertían en los primeros Condes de Gamazo, una saga que continuaría con sus herederos hasta la época actual. Este vínculo con la monarquía explica sus posicionamientos políticos, enclavados en la derecha monárquica alfonsina, de la mano de Antonio Goicoechea, con quien compartió representación hasta 1936. Posteriormente, Juan Antonio Ganó aún más laureles entre la aristocracia española al rehabilitar a su favor, en 1952, los títulos de Marqués del Soto de Aller y Vizconde de Miravalles.

El Palacio en Boecillo

Pese a que su residencia habitual estaba fijada en Madrid, se dice que Juan Antonio era asiduo de Boecillo, y utilizaba el municipio como centro de reunión de sus amistades políticas y financieras. Tras la muerte de su padre, decidió, junto a su mujer, la construcción de un Palacio digno de su estatus en la antigua casa heredada de su padre. Para ello, derribaron la antigua construcción familiar y erigieron un Palacio de estilo neoclásico que se ha convertido en uno de los referentes arquitectónicos de la localidad. Como buena casa noble, se la dotó de un extenso y frondoso jardín, que refrescaba los calurosos veranos e invitaba al paseo de los huéspedes, gozando de una ubicación privilegiada y una vista panorámica inigualable.

Aunque la construcción del Palacio data del año 1928, el proceso se alargó durante años previos debido a que del terreno -sobre el que se edificaba el antiguo camposanto- emergían enormes cantidades de huesos. Una vez se resolvieron los trámites y se trasladaron los restos al nuevo cementerio -ubicado junto al Fillo- se pudieron culminar las obras del edificio. Este servía como retiro veraniego o temporal al Conde, quien vivía el resto del año en el Palacio de Gamazo de Madrid, ubicado en la calle Génova.

Se dice que Juan Antonio contaba en el Palacio, para su recreo, con una cuadra de caballos selectos, bajo los cuidados permanentes de un caballista profesional. La condesa Marta visitaba Boecillo con cierta frecuencia, aunque menos que Juan Antonio, quien solía estar acompañado en Boecillo por alguno de sus seis hijos. Como anécdota, se cuenta que Juan Antonio necesitaba estar conectado constantemente, de modo que mandó instalar una centralita en uno de los edificios aledaños al Ayuntamiento. Según fuentes de la época, al igual que su padre, Juan Antonio tuvo grandes miramientos hacia los boecillanos, “proporcionando empleo a muchos vecinos, quienes vieron en él una oportunidad de bienestar económico”.

Juan Antonio Gamazo falleció en 1968. Además de sus actividades empresariales, durante el franquismo colaboró con el conde de Barcelona, promoviendo instituciones culturales de carácter monárquico. Su hijo Germán murió en el frente durante la Guerra Civil, y su hija Regina, hija menor de los condes, atropellada por accidente en un paso a nivel. Su tercer hijo, Juan Antonio, recibió el título de II Conde de Gamazo, el cual pasaría posteriormente a Germán Manuel Gamazo y de Hohenlohe, el III Conde de Gamazo. Paralelamente, su hijo Claudio se casó con la princesa de Hohenlohe, y su hija Josefina con Melchor de Sangro, uno de los pilotos que falleció, junto a Ramón Franco -hermano del dictador- durante la Guerra Civil.

Actualidad

A día de hoy, casi todas las pertenencias del Conde de Gamazo en Boecillo han sido vendidas por sus descendientes. Entre ellas, el Palacio de los Condes de Gamazo fue vendido al Casino de Castilla y León en 1985. Su actividad se mantuvo hasta el año 2015, cuando la actual dirección de Palacio Condes de Gamazo decidió dedicarse exclusivamente a la celebración de bodas, comuniones y eventos.

200 años después, la saga vallisoletana sigue formando parte de la oligarquía del país a pesar del cambio de los tiempos, siendo otro matrimonio –el formado por Ana Gamazo Hohenlohe (quinta generación) y el financiero Juan Abelló Galló-, el ejemplo más destacado de la perpetuación de esta élite de origen castellano.

Fuentes: ‘Boecillo y sus gentes’, Cándido Martínez y Fernando García de la Cuesta. / ‘La familia Gamazo: élite castellana en la Restauración (1876-1923)’, Inés Sofía Hidalgo Marín.

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