25 de julio de 2025
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‘La demografía’, por Delfín Lozano

Opinión

23 de julio de 2025

El concepto demografía, desde un punto de vista científico, es una ciencia que estudia estadísticamente las poblaciones humanas, con el propósito de anticipar eventuales variaciones y ofrecer la posibilidad, a quien corresponda, de adecentar la Tierra para que todos sus ciudadanos tengan los menos problemas posibles para su proceso de vida.

En el mundo existen unos 8.000 millones de seres humanos, los cuales desarrollan sus vidas dentro de diferentes culturas, siendo las más usuales la occidental, con unos 1.000 millones, la musulmana, con unos 1.600 millones, y la oriental, con más de 4.000 millones.

Además del grave problema de la desigualdad social existente en el mundo y como consecuencia del enorme incremento de la población mundial, ha surgido el de la gran diferencia existente, en cuanto a culturas se refiere, donde cada cultura quiere imponer sus teorías.

Lógicamente, algunas no están de acuerdo con las normas que rigen actualmente el mundo, basadas fundamentalmente en las aportaciones de la cultura occidental.

Posiblemente esta situación nos lleve a analizar las diferentes culturas y a estar de acuerdo con que el ser humano sea el centro de todo. China tiene la teoría de conseguir el poder económico y la tecnología global, los musulmanes consideran ofensiva la igualdad de género y defienden que la religión no debe quedar al margen de la vida pública, lo cual supone que no están de acuerdo con el reparto que se hizo en la Declaración de los Derechos Humanos en el año 1948.

Los poderes, que siempre han existido en el mundo, han sido capaces de utilizar al ser humano para todo lo que ellos precisaban. Esto se ha ido desgastado de tal manera que en la actualidad han comenzado a utilizar de una forma exagerada la parte más significativa e intrínsica del ser humano, como son las emociones y los sentimientos.

La recepción de información tan desbordante a la que estamos sometidos impide procesar una noticia antes de que llegue otra y esto suele producir una situación constante de procesos de ansiedad en el ser humano.

Posiblemente la exagerada información de la que todos los medios intentan hacer negocio con ella nos ha llevado a depreciar el termino filantropía. Lo que hace algunos años se utilizaban las donaciones guiadas por la sensación del deber o por la devoción de un fin concreto, se ha llevado a la llamada filantropía de la ira y que no es otra cosa que la utilización de la sociedad para que combata las emociones negativas desencadenadas por la actualidad política, social o económica.

Vemos cómo personas influyentes en cualquier sector, milmillonarios que después de haber realizado innumerables injusticias, han conseguido llenar sus carteras y al darse cuenta de que el dinero solo no hace la felicidad, se han lanzado a esa filantropía de la ira, unos creando fundaciones, otros apoyando a onegés y la mayoría para sus guerras internas, utilizando las emociones de los seres humanos para conseguir sus desmanes.

Se han producido situaciones como que cuatro millones de trabajadores abandonaran voluntariamente el empleo cada mes en Estados Unidos y uno de los motivos, no el único, para poder realizar esta decisión, han sido los ahorros acumulados como consecuencia de los bonos dados por el gobierno americano. El tipo de trabajador que está en esta movida suelen ser personas entre 30 y 45 años que quieren ser autónomos o trabajar por proyectos.

Los motivos que exponen en sus reivindicaciones son el estrés, el agotamiento emocional, el no sentirse cómodos con el trabajo, la falta de expectativas, la insatisfacción, la falta de flexibilidad para cuidar de la familia, más seguridad laboral, la multiplicación de ingresos de las empresas, los salarios miserables que cobran, que les hace hipotecar sus vidas, el incremento de los contratos a tiempo parcial, la degradación a ser explotados, que les conduce a una presión que se tienen que pasar noches sin dormir y la falta de tiempo para hacer lo que uno quiere.

Se puede considerar que este problema no afecta solo a los jóvenes de Estados Unidos, sino que es un problema global que tanto los políticos como los dirigentes del sistema económico deberían analizar.

Ante la amenaza de una posible revolución mundial como consecuencia de la gran desigualdad existente y la línea ascendente que se viene vislumbrando, las dos grandes potencias mundiales, como son Estados Unidos y China, se plantean comenzar a limitar la concentración de la riqueza en el mundo.

Aunque todos los medios adictos al poder real, o sea al dinero, se manifiestan de forma que no ven la forma de que la Tierra tenga posibilidades de continuidad con la gran demografía existente, otros intelectuales opinan que solo es posible si se realizan algunas reformas sobre la gran desigualdad social.

Lo más habitual es que en los debates y conversaciones, que en general, todos realizamos, siempre consideramos como solución al problema que estemos debatiendo, la parte que directa o indirectamente nos atañe a nosotros.

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