Alberto Domínguez, más conocido como Dulzaro, vive y siente la música castellana como una forma “honesta” de expresar un sinfín de emociones, algo que el joven compositor y cantante ha unido a su pasión por la electrónica para crear un estilo propio con la fusión del ayer y el hoy
Inquieto, sensible, creativo y sin límites. Así es como se describe el boecillano Alberto Domínguez, a quien todos conocen por su nombre artístico Dulzaro. Con sus intereses puestos en la interpretación y la música desde que era un niño, el joven de treinta años ha perseguido su sueño desde entonces, tomando el folclore castellano como punto de partida de sus creaciones, pues si hay algo que para él marca la diferencia con el resto de estilos musicales es que “la picardía, sabiduría y honestidad que se encuentran en las letras del folclore hacen que dedicarme a estudiar e interpretar estas canciones sea un trabajo muy especial”.
A partir de esas letras y mensajes, Dulzaro ha creado su propio estilo, una mezcla que aúna lo mejor del acervo musical castellano con los ritmos de la electrónica, creando composiciones únicas que han llevado al joven a viajar por toda España dando a conocer esta fusión que tan pronto te lleva a una tarde en casa de tu abuela mientras la escuchas cantar como a un festival electrónico.
“Siempre me ha gustado producir música sin límites”, comenta. “Recuerdo que hice mi primera canción con quince años en el ordenador con unos sintetizadores, y creo que es algo que me sale muy natural, mezclar los ritmos que voy aprendiendo de nuestra cultura musical y letras que voy recogiendo con cosas más modernas”.
En cuanto a sus referentes, Alberto apunta que tiene un gran número de personas en mente que son una inspiración para él; sin embargo, destaca por encima de todos a Agapito Marazuela, Eliseo Parra, María Salgado o Coetus en cuanto a lo que al folclore se refiere, mientras que en el mundo de la electrónica subraya a James Blake, Bjork y Aphex Twin. Asimismo, comenta que uno de sus sueños sería colaborar en algún momento con Eliseo Parra o Joaquín Díaz, además de poder trabajar con Erik Urano, “un rapero vallisoletano con mucho talento para escribir”.
Pero si hay alguien que ha marcado al boecillano en su carrera, y por quien incluso ha creado un espectáculo, ese es Federico García Lorca. “Es un autor que me genera mucho magnetismo. Creo que dentro de su figura y sus obras hay una parte muy oscura que me encanta indagar, y aunque su teatro es lo que más me ha influenciado, su prosa es mágica y muy musical, lo que me dio la idea para confeccionar un show con su pluma como base”.
Tanto es así que cuenta entre su repertorio con versiones de clásicos como ‘La Tarara’, una canción del propio Lorca y que según explica es “muy especial” para él, ya que no solo se trata de la primera canción que aprendió a tocar en el piano, sino que también es la primera que sacó con este proyecto y que se ha convertido en seña de identidad y apertura de sus conciertos con una “icónica melodía y una letra muy interesante”. Pero aunque ‘La Tarara’ tiene un gran significado para Alberto, en su catálogo tiene alguna que otra favorita, como el charro ‘El Labradorito’.
Además de una voz melódica y que envuelve, Dulzaro domina un gran número de instrumentos y utensilios típicos del folclore, y a pesar de que este estilo de música integra en sus canciones las sartenes o el almirez, entre otros, sin duda su instrumento preferido son las cucharas. “Puede que sea porque no son una herramienta musical como tal, pero son muy interesantes y se pueden tocar muchos ritmos para cantar o bailar”, afirma.
Futuro prometedor
Entre los logros del joven compositor, además de su amplia trayectoria, ha ganado diversos premios, como el primer premio del Festival Emergentes Castilla y León de 2021, el premio del público por el videoclip de su sencillo ‘Jota de la luna’ en la 37ª Semana del Cine de Medina del Campo 2023 y el premio ex aequo en el 35ª Certamen Arte Joven: Jóvenes Artistas Castilla y León.
Pero si ha habido un galardón que ha sido “muy especial” para él ha sido el premio Bueyecillo al personaje cultural destacado que le entregaron en Boecillo este verano, pues Dulzaro creció en el municipio y este reconocimiento le recordó “los buenos momentos que he vivido en el pueblo”.
Actualmente, y tras las actuaciones de este verano -en las cuáles ha llegado incluso a telonear a Mika en su actuación de las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de Valladolid- el joven se encuentra inmerso en la preparación de su primer disco, que saldrá en 2025, pero también muy centrado en próximos conciertos en distintos puntos de España y el que tendrá lugar en el teatro de Boecillo. Próximamente se darán a conocer los detalles sobre estas y muchas más actuaciones.