Los escolares disfrutaron, el pasado viernes, de un juego que contó con hasta 18 pruebas a ritmo de rock
Los alumnos y el profesorado del CEIP Miguel Hernández despidieron el presente curso, el pasado viernes, con una macrogymkana que constó de 18 pruebas distintas. Con una duración de más de cinco minutos cada una, la actividad se prolongó desde primera hora de la mañana hasta mediodía. A ritmo de música rock, el amunado rotó en cada prueba, algunas de las cuales tuvieron el agua como protagonista.
Tal y como ha comunicado el centro, se trataba de organizar «una jornada diferente, con el único objetivo de divertirse y pasar el último día de curso todos juntos en un ambiente lúdico y lleno de emociones». De esta manera, los alumnos de sexto de primaria fueron, junto a los propios profesores, los coordinadores de las diferentes pruebas, las cuales habían disfrutado el día anterior.
«Después tanto esfuerzo y energía derrochada disfrutamos de un helado y un refresco antes de despedirnos para iniciar las soñadas vacaciones», apuntan desde el centro.