El torero burgalés salió a hombros del coso de Laguna de Duero tras una magnífica actuación que se sumó a una entretenida tarde de festival taurino
Morenito de Aranda se llevó la fortuna en la tarde de ayer en el festival taurino de Laguna de Duero con motivo de las fiestas patronales. Lo hizo gracias al tercero de la tarde, un jabonero sucio de la ganadería de Jandilla. El eral fue un placer de principio a fin. Incansable con las embestidas, arrancó los oles de una plaza que sumó apenas un tercio de su capacidad.
Tras una oda de derechazos, naturales y con un Moreinito de Aranda en su mejor versión, el diestro promovió como no podía ser de otra manera el indulto del animal. Con el público entregado a su petición, no le quedó otra que al presidente, José Luis Ramírez, que sacar el pañuelo naranja para devolver al toro a los corrales y arrancar los aplausos del respetable. Una decisión que no fue fácil, ya que según el reglamento de Castilla y León, no se pueden indultar ejemplares en festivales sin caballos, como fue el caso. Lo cierto es que el animal lo merecía, y más su ganadero, Borja Domecq (propietario del hierro de Jandilla), quien a buen seguro sabrá sacar partido de este excepcional ejemplar.
El resto de la tarde estuvo protagonizada por el rejoneador riojano Sergio Domínguez – quien estuvo correcto -, Marc Serrano – silencio – El Payo – silencio -Ismael Martín – silencio – y por último Aarón Navas – silencio -.
Fotografías: Santiago Bermejo