Apasionado de la música desde niño, este DJ lagunero ya ha recorrido toda la provincia de Valladolid con sus ritmos, llevando diferentes estilos y mezclas en sus sesiones para “hacer disfrutar al público tanto como lo hago yo”
Ligado a la música desde siempre, podría decirse que el hilo rojo del destino unió al joven Pablo a este modo de vida con los primeros instrumentos que llegaron a sus manos; la trompeta y el piano. Sin embargo, al igual que los tiempos y los estilos, los gustos del lagunero cambiaron, dejando atrás los clásicos para centrar su atención en la música electrónica y la mesa de mezclas, sin saber que lo que comenzó como un pequeño hobby sería parte de su vida profesional y daría lugar al dj Paulo Nantes.
Ingeniero de Diseño Industrial y Desarrollo de Producto de lunes a viernes y DJ los fines de semana, Nantes compagina ambos trabajos para poder obtener lo mejor de los dos mundos. Admite que es “un poco complicado”, ya que “después de trabajar toda la semana el tiempo que tengo libre lo uso para trabajar en otro sitio, con lo cual es cansado”, pero admite que “cuando te gusta, es muy agradecido”.
Sus inicios se remontan a favores a amigos pinchando en sus cumpleaños y pequeños bolos una o dos veces al año, pero recuerda que la pandemia fue para él “un escaparate” gracias a las redes sociales, pues, durante el confinamiento, decidió hacer sesiones en directo cada poco tiempo, consiguiendo que cada vez más personas se unieran a sus transmisiones y abriendo así paso a lo que vendría después. “Aquí fue cuando me di cuenta de que quería profesionalizar más lo que ya sabía y me matriculé en el curso de la Escuela de DJ de Valladolid, donde aprendí mucho y gracias a su bolsa de empleo fui haciendo cada vez más bolos y contactos que me han llevado a tener que rechazar hoy algunas propuestas por el gran flujo de ofertas que me llegan”, explica.
Sostiene que el mundillo de los djs se encuentra “un poco colapsado”. “Antes comprar una controladora era muy caro, mientras que ahora por poco dinero puedes tener una con la que hacer virguerías, lo que facilita mucho el acceso”. Eso sí, matiza que para dedicarse a este sector “hay que hacerlo porque te apasiona la música y quieres aprender y hacer disfrutar, no por querer hacerse famoso o porque te guste la fiesta, y es ahí donde la gente se equivoca”. Además, añade que algo muy importante es “tener formación”, puesto que “tener muchos seguidores en redes no te hace ser mejor DJ”.
En cuanto a sus referentes cuenta con Avicii o Martin Garrix entre sus favoritos, pero también con Juanjo García, Albert González o Luis Martini, entre otros; una mezcla de gustos que después se refleja en sus sesiones, donde admite que fusiona diferentes estilos y géneros, “siempre intentando adaptarme al tipo de público y al lugar en el que estoy, ya que no es lo mismo una discoteca, un festival o una verbena”.
Sobre su proyección, Nantes comenta que el 2024 ha sido un año “muy bueno” para él, ya que ha podido compartir escena con artistas nacionales de la talla de ZeiD, XXZ o Dj Marta, así como ser un dj asiduo en discotecas y salas vallisoletanas como Möss o Coocon Club y recorrer la provincia con un discomóvil. Pero si tuviera que elegir un momento preferido ese sería durante las fiestas de la Virgen de San Lorenzo en Valladolid, cuando actuó en Moreras ante 3.000 personas. “El espectáculo se solapaba con la actuación de Omar Montes en la plaza Mayor y ver a tanta gente allí, cantando y dándolo todo hasta al final para mí fue una experiencia increíble”, desvela.
Aunque si hay un lugar en el que le encanta pinchar ese es, sin duda, Laguna de Duero. “Actuar en mi pueblo es mucho más especial y personal que en cualquier otro sitio. La gente me conoce, hay confianza y el público es mucho más agradecido, por eso es un honor poder participar en eventos y fiestas aquí”.
Con vistas al futuro, Paulo Nantes sostiene que ni siquiera él sabe dónde le va a llevar la música, pero lo que tiene claro es que quiere seguir en este camino, “trabajar y aprender para ganarme nuevas oportunidades y vivir cada una de ellas al máximo”. Como sueño, le gustaría formar parte de los carteles de grandes festivales de música en España y, “con suerte”, quien sabe si subir a un escenario internacional, pero hasta entonces seguirá ligado a su provincia, a su pueblo, y esa mesa de mezclas que se ha convertido en una parte muy importante para él.