El descenso en la densidad del tráfico motivado por el Estado de Alarma ha hecho caer la contaminación en la capital y el alfoz de manera «drástica»
El Estado de Alarma ha dejado, desde hace doce días, un panorama hasta antes nunca visto en las carreteras de la provincia, donde la mayor parte del tráfico está siendo asumido por los transportistas. Uno de los accesos más concurridos hacia la capital, como es la N-601 entre Laguna de Duero y Valladolid, ha visto reducido su tráfico rodado en este período en torno a un 65%. Las cifras han sido facilitadas este jueves por la delegación del gobierno, que apunta que las intensidades registradas en el entorno de la capital han descendido entre un 62% y un 65%, destacando la carretera VA-20 -la ronda del Este- que ha visto caer el tráfico entre un 67% y un 68%.
En cuanto al tráfico de largo recorrido en Castilla y León, se ha reducido el 61,78% desde la declaración del Estado de Alarma. En este caso, además, el 54% proviene del tráfico pesado, el cual garantiza el abastecimiento de productos básicos. El movimiento que reducción ha sufrido es el tráfico entre Madrid y Castilla y León, que ha sufrido un descenso global cercano al 80% en ambos sentidos.
Descenso de la contaminación
La reducción del tráfico ha provocado una reducción «drástica» de la contaminación producida por los contaminantes asociados al transporte de vehículos, como el CO2, el dióxido de nitrógeno y las partículas PM10 y PM2,5, tal y como señaló la pasada semana el Ayuntamiento de Valladolid. En el caso del dióxido de nitrógeno (NO2) y poniendo como ejemplo el primer día de la semana, el lunes 9 antes del aislamiento se registraron entre 64 y 101 microgramos por metro cúbico en los diferentes puntos de la ciudad, mientras que el lunes 16 osciló entre los 10 y 34 microgramos. Por otro lado, la partícula PM10 pasó de registrar entre 37 y 42 microgramos por metro cúbico el lunes 9 a entre 10 y 36 el lunes 16, y la partícula PM2,5 de entre 12 y 21 a oscilar entre 5 y 11 microgramos por metro cúbico.